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Crean nuevos aerogeneradores seguros para las aves

Un aerogenerador promedio cubre una superficie vertical de varios miles de metros cuadrados y sus aspas pueden alcanzar una velocidad casi imposible de esquivar para un animal que pase volando por la zona.

Uno de los desafíos que enfrenta la humanidad es mantener el nivel de producción energética disminuyendo el empleo de combustibles fósiles, causa principal de las emisiones de gases de efecto invernadero. En este orden de cosas, las fuentes renovables son las que gozan de más aprobación social.

La fuente renovable más popular es la energía eólica. Los aerogeneradores se componen de una torre, con una turbina en lo alto y unas aspas enormes, en el que la electricidad es producida por la fuerza del viento. Parece una energía limpia y segura, pero no está exenta de riesgos, ya que produce varios efectos sobre el medio ambiente.

Uno de ellos es el daño a las poblaciones de aves y murciélagos. Un aerogenerador promedio cubre una superficie vertical de varios miles de metros cuadrados y sus aspas pueden alcanzar una velocidad casi imposible de esquivar para un animal que pase volando por la zona. Las colisiones producen una elevada mortalidad en estos animales, hasta el punto de ser consideradas un riesgo preocupante para la conservación de la biodiversidad.

Por otro lado, los aerogeneradores causan un efecto barrera, principalmente por tres motivos: su mera presencia, el efecto visual que causa el movimiento de las aspas, percibidas como un peligro, y el ruido. Estas consecuencias afectan al comportamiento de toda la fauna del entorno.

Entre las soluciones propuestas para minimizar este impacto ambiental se incluye una buena planificación de las instalaciones de parques eólicos. Disponerlos en ubicaciones clave, lejos de áreas de nidada y de paso de aves, o en entornos evitados por estos animales. Pero esta solución no es eficaz ni definitiva.

Por ello, una empresa española, Vortex Bladeless, pensó un nuevo sistema de producción de energía eléctrica a partir de la fuerza del viento, sin aspas ni turbinas. En su lugar utiliza unos mástiles que oscilan por vibración inducida por vórtices. Esta nueva generación de aerogeneradores sin aspas podrían ser la solución a la problemática ambiental mencionada.

Tanto los aerogeneradores convencionales como los de vórtice cuentan con idénticas infraestructuras eléctricas para el transporte y la distribución de la energía generada, y, por lo tanto, los impactos generados por las líneas eléctricas y las subestaciones no cambian.

Según un informe realizado por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), los riesgos por colisión se reducen más de un 70 % respecto a los aerogeneradores convencionales. Se observa una reducción en la misma magnitud respecto al impacto acústico, con las consiguientes molestias para la fauna. Todo ello significa que quedarían minimizados dos de los tres factores causantes del efecto barrera: el ruido y el movimiento.

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