Cumple diez años la biblioteca “Del Otro Lado del Árbol”

El espacio que funciona en el Parque Saavedra festeja su décimo aniversario. Una historia de sueños que se hicieron realidad.

Un homenaje a la infancia. La historia de un sueño que se mantiene más ­presente que nunca gracias a la solidaridad y el compromiso de una comunidad que se involucró en un proyecto que con el correr de los años se convirtió en un emblema de la ciudad.

La biblioteca “Del Otro Lado del Árbol” cumple diez años. Ubicada en el área cerrada del Parque Saavedra, frente al Hospital de Niños, en 14 entre 65 y 66, es visitada por miles de chicos y chicas de la ciudad que eligen ese rincón mágico para correr, jugar y disfrutar tanto en el área de lectura como en las hamacas, el subibaja y otros tantos entretenimientos.

“Son diez años de trabajo ininterrumpido, de un crecimiento enorme, de un grupo de gente que milita por las infancias hace muchos años con amor y con esfuerzo”, le expresó a diario Hoy Paula Kriscautzky, fundadora del espacio.

No se trata solo de una biblioteca, sino de un lugar social y cultural donde se lucha por los derechos de los niños y niñas. Nació el 2 de abril de 2011, fruto del amor entre Paula y su hija Pilar, a quien un año antes le habían descubierto una grave enfermedad.

En medio del dolor, Paula, junto a familiares y amigos, empezó a trabajar para darle forma al sueño de su hija. Juegos, libros, murales y dibujos. Una biblioteca que acompañe a los chicos que atraviesan situaciones difíciles como la que vivían ellos.

“En lo personal, también es el cumpleaños de Pilar, que cumpliría 16 años, así que se remueven cosas muy profundas, internas y contradictorias, porque estamos celebrando la vida, la vida de Pili y la vida de este proyecto que es Del Otro Lado del Árbol”, enfatizó.

La decisión para ver si en la jornada de hoy llevarían adelante algún tipo de actividad se planteó hasta último momento. Sin embargo, por la irrupción de la segunda ola en el país y ante el aumento de contagios de coronavirus, se resolvió suspender los festejos.

“Son días de mucha nostalgia porque han pasado no solo muchas cosas, sino mucha gente por la biblioteca, y un poco la idea del 2 de abril era que esa gente que en algún momento fue parte se diera una vueltita. Esto se pudo hacer gracias a cada uno que se acercó en su momento a hacer su aporte con algún proyecto”, señaló.

Durante estos diez años lograron interactuar con distintos centros de salud de la ­ciudad. Hasta que lo permitió la pandemia, recibían a 9.000 estudiantes por año en las visitas de escuelas, y establecieron “los ­sábados culturales” como un espacio artístico en el circuito cultural platense. La biblioteca cuenta en la actualidad con 20.000 libros que en su gran mayoría han sido donados por la comunidad.

Sobre el futuro de la iniciativa, Paula sostuvo: “Es muy difícil en este momento proyectar, más que sostener el espacio y poder aprovechar lo más que podamos del espacio abierto. Para nosotros la infancia es lo fundamental, donde hay que hacer foco y poner todos los esfuerzos, si es que queremos transformar las cosas”.

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