“Debemos velar por sostener y defender nuestro modelo de gestión”

En diálogo con diario Hoy, el titular de la UNLP, Martín López Armengol, se refirió al nuevo año académico, a los proyectos de la casa de altos estudios y a la posición de la Universidad en el marco de un 2023 con elecciones presidenciales en el país

Comenzó un nuevo ciclo en la Universidad Nacional de La Plata, que les da la bienvenida por estos días a cerca de 34.000 nuevos estudiantes.

Muchos de los aspirantes a ingresar a alguna de las 115 carreras que ofrecen las 17 facultades de la casa de estudios platense iniciaron los cursos de ingreso y otros se irán sumando en los próximos días.

El licenciado Martín López Armengol asumió la presidencia de la UNLP el 1° de junio del año pasado. “El balance es sumamente positivo. El 2022 fue un año particular ya que fue el primero de retorno pleno a la presencialidad después de dos años de una virtualidad de emergencia. El resultado de ese proceso, que profundizaremos en el 2023, es la implementación actual de la virtualidad como una herramienta complementaria definitiva de la educación que debe ser utilizada para generar mayor inclusión y oportunidades”, expresó.

—¿Cuáles son las expectativas para este nuevo año, donde ya comenzaron los cursos de ingreso, que suman en total 34.000 nuevos estudiantes?

—Ese número provisorio de inscriptos, porque aún restan procesar datos en algunas facultades, es superior al del año pasado, cuando tuvimos 33.144. Como en cada nuevo año lectivo, nos representa un enorme desafío responder a las expectativas presentes y futuras de quienes aspiran a ingresar a nuestras facultades; abrimos las puertas de una universidad pública y de calidad con ingreso irrestricto y enseñanza no arancelada, porque entendemos a la educación superior como herramienta y como fuente de oportunidades, claves para el progreso y el ascenso social.

—Se cumplieron ocho meses de su asunción. ¿Qué balance hace y cuáles son las políticas que espera llevar adelante?

—Nos propusimos continuar con los programas en desarrollo de nuestra política académica, orientando las acciones a la excelencia y la responsabilidad social, pilares para contribuir al desarrollo de nuestra comunidad. Solo por tomar dos ejemplos, para este año aumentamos el presupuesto de nuestro Programa de Rendimiento Académico y Egreso (PRAE), orientado a promover el ingreso, la trayectoria y el egreso, así como también la partida destinada a nuestras políticas de bienestar estudiantil.

Los otros dos pilares de trabajo son la investigación y la extensión. En el primer caso, en agosto de 2022 aprobamos la ordenanza de fomento y promoción de empresas de base tecnológica, buscando darle un marco normativo y un fuerte incentivo a la innovación tecnológica y el emprendedurismo. Otro aspecto importante para nuestros docentes investigadores fue la aprobación de un sistema de categorización propio, lo que permite tener un sistema ordenado, actualizado y una referencia indispensable para avanzar en nuestras acciones de fomento de ciencia y técnica. Con respecto a la extensión, seguimos apostando fuertemente a ella como vehículo para fortalecer la organización comunitaria, desde la educación formal alternativa y la integración social, restableciendo la presencia territorial que también fue afectada durante los años de pandemia.

—¿Cuáles son las obras que la UNLP continuará trabajando y cuáles, si hay alguna en particular, se comenzarán a hacer o se están planificando?

—La obra saliente de la UNLP es la construcción de la primera Planta Nacional de Desarrollo Tecnológico de Celdas y Baterías de Litio. La obra civil del edificio estuvo a cargo de la propia Universidad y su construcción finalizó meses atrás, mientras que la adquisición del equipamiento tecnológico estuvo a cargo de Y-TEC, empresa con la que mantenemos una alianza de trabajo. Argentina es uno de los países con mayores reservas de este valioso recurso natural y energético, y el impulso a su producción nacional desde la Universidad es una necesidad estratégica para el desarrollo soberano en los planos industrial y tecnológico. A nivel más general, en los últimos 15 años hemos avanzado en un riguroso plan de obras que permitió recuperar y crecer en materia de patrimonio edilicio a partir de la recuperación de viejos edificios y la construcción de otros nuevos. Esto posibilitó el dictado normal de clases y el desarrollo de la intensa actividad de investigación y transferencia. Actualmente tenemos muchos proyectos en ejecución en facultades, institutos de investigación, campo de deportes y otros espacios universitarios para ampliar aún más la infraestructura de la UNLP.

—2023 es un año con elecciones presidenciales. ¿Cómo se posiciona la Universidad para no quedar en medio de disputas políticas?

—Nuestra Universidad es una institución muy trascendente en la región y, lógicamente, en los años electorales se vive un clima muy especial. Quienes tenemos la responsabilidad de gestionar y representar a nuestra Universidad debemos velar por sostener y defender nuestro modelo de gestión, que siempre busca priorizar el cumplimiento de los objetivos generales, por sobre los individuales y los sectoriales. Está claro que siempre habrá diferentes miradas sobre la realidad política, social y económica que expresan nuestra diversidad ideológica. Pero, por encima de eso, lo fundamental es construir consensos políticos para el desarrollo de un proyecto que garantice tener una educación como derecho humano y bien social. Ese accionar es el que nos distingue como dirigentes universitarios en la sociedad.

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