Cultura
Descubrir el camino
Berni fue uno de los mayores pintores y muralistas argentinos
Hizo su primera exposición a los 17 años, en la sucursal rosarina de la galería Witcomb de Buenos Aires. Ganó una beca gracias a la cual pudo viajar a España en un pasaje en tercera clase. En una exposición en el Ateneo de Madrid, se deslumbró ante un cuadro de Salvador Dalí: “Había descubierto mi camino”. Estuvo seis meses en España frecuentando grupos de vanguardia y perfeccionando su técnica. Más tarde fue a Francia. A la beca inicial se sumó una asignación del gobierno de Santa Fe: 200 pesos mensuales que le permitirían viajar por toda Europa y el norte de África, alojarse en buenos hoteles y dedicarse tranquilamente a hacer sus ensayos surrealistas: “Por primera vez, junto al surrealismo, me sentí contemporáneo”, recordaría años después.
En 1931, Antonio Berni volvió a Argentina con Luisa Gerino, la mujer con la que se había casado en París, y su hija, Lili. El golpe de Estado lo había cambiado todo. Pasó años de miseria. Su pintura se impregnó de contenido social y su óleo Desocupados fue rechazado por el Salón Nacional. Su arte comenzaba a mostrar la cara más feroz de una sociedad desigual.