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Detectaron tres mutaciones que vuelven al mosquito del dengue resistente a los insecticidas

Aseguraron que se extienden a lo largo y ancho del AMBA. Así, indicaron que el hallazgo alerta sobre la eficacia de la fumigación para el control del brote.

Investigadores del Laboratorio de Neurobiología de Insectos, quienes habían reportado la presencia de una mutación génica en los aedes aegypti que los volvía resistente a los insecticidas, encontraron que cinco años después no son una sino tres las mutaciones, y que las mismas están extendidas en el AMBA. En un contexto de muy probable epidemia de dengue en la próxima temporada, este preocupante hallazgo alerta sobre la eficacia de la fumigación para el control del brote.

“Hacemos uso de la bioinformática, la biología molecular y la fisiología de insectos con la idea de conseguir herramientas de control de insectos con bajo impacto ambiental. Hay dos líneas centrales: la fisiología del sistema endocrino de los insectos y la detoxificación”, explicó Sheila Ons, líder del trabajo y quien desde 2006 investiga en la UNLP. Asimismo, remarcó: “Se esperan este año muchos casos de dengue y la evidencia de resistencia en las poblaciones del mosquito vector, el Aedes aegypti, es muy grande en nuestra Provincia. Se sabe que los insectos son muy adaptables al ambiente porque tienen mucha descendencia, que puede tener distintas mutaciones. Eso le da a las especies plasticidad para responder a las presiones cambiantes del entorno”.

Así, el equipo a cargo indicó que los únicos insecticidas que están habilitados por Anmat en Argentina para uso domiciliar y sanitario son los piretroides, por su aceptable grado de toxicidad. Las mutaciones hacen que la interacción con el piretroide sea más difícil, haciendo que la dosis habitual de insecticida ya no alcance para matarlo, sino que se necesiten dosis cada vez más altas.

Una de las hipótesis que contempla el grupo es que fueron las fumigaciones las causantes de la mayor presencia de mutaciones, al establecer una mayor presión de selección sobre las poblaciones, se van seleccionando las variantes resistentes. Como el uso de insecticidas aumenta cuando hay muchos casos de dengue, y para comprobar si este mecanismo evolutivo podría ser el responsable, los investigadores correlacionaron la cantidad de casos de dengue reportados en cada lugar de muestreo con la frecuencia de mutaciones de resistencia. El resultado es muy elocuente, ya que mostró que en las localidades con más casos, hay más mosquitos resistentes.

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