La Plata
El carnicero don Antonio y la historia de los perros abandonados
Un grupo de perros de la calle se asentó en un terreno abandonado ubicado en 54 y 144 y el carnicero del barrio se convirtió en un verdadero proteccionista de animales, alimentándolos con las sobras de su negocio.
Entre el cariño y el respeto por los animales, junto a la preocupación por el descuido y el abandono, un carnicero de Los Hornos se apiadó de un grupo de perros, que custodian un terreno abandonado de la calle 54, a metros de 144.
Antonio Giménez es el dueño de la carnicería que está pegada al mencionado baldío, por donde a diario pasa el colectivo de la línea 214. Comenzó a darles de comer con las sobras de su negocio. Lo empezó a hacer por empatía y también para aprovechar las sobras de los cortes que no utilizaba en el mostrador, ya que los animales se paraban siempre en la puerta del negocio para olfatear la carne.
Se trata de dos labradores y un mestizo, a los cuales se les suman otros perros callejeros, moradores temporales, que a menudo suelen parar en el mismo terreno baldío, pero luego se van del lugar y siguen su camino.
“A mí me ladraron y me corrieron cuando fui a comprar carne”, se quejó una de las vecinas de la calle 144, que a diario suele hacer los mandados en la zona de la avenida 143 y pasa por el lugar.
Antonio, sin embargo, asegura que los perros marcan el territorio, le ladran a los que se acercan al lugar, pero no han mordido a nadie, más allá de alguna pelea con otro perro desconocido de la zona.
“Hace un año y medio que no viene nadie al terreno. Los perros eran muy chiquitos y crecieron acá”, explicó el carnicero.
Guillermo, que es otro vecino que vive frente al predio que está pegado a la carnicería de la calle 54, reveló: “El lugar se transformó en un terreno baldío que se llena de ratas. El señor les da de comer y sobreviven los perros. Pero sabemos que hay otros perros muertos adentro del terreno también”, expresó señalando el lugar, en donde además hay autos abandonados.
“Hace más de un año que el dueño ni figura por la zona”, comentó Antonio, quien además de venderles la carne a los vecinos de esta zona de Los Hornos, se ha convertido en una especie de protector de dichos animales.
Si bien no fueron pocos los que han intentado llamar a las autoridades para que vengan a buscarlos y darles un hogar con alguna familia, en el medio de la pandemia no han tenido respuestas de Zoonosis.