El cigarrillo electrónico aumenta el riesgo de contagio

El uso de vapeadores se puso en auge entre jóvenes y adultos hace un tiempo. Ahora, un estudio señala que hay más probabilidad de contagio de Covid-19 al usarlos. La falta de mantenimiento de las medidas de cuidado, un punto clave.

Un estudio sobre jóvenes que vapean realizado por investigadores de la Universidad de Stanford, reveló que tienen hasta siete veces más posibilidades de contagiarse de Covid-19 que aquellos que no lo hacen.

El uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos se puso en auge desde hace algunos años a esta parte como reemplazo del cigarrillo tradicional, sobre todo por parte de las generaciones más jóvenes.

En este contexto, diario Hoy dialogó con la doctora María Inés Medín, coordinadora de la sección de Tabaquismo y Epidemiología de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.

“Cuando alguien fuma tabaco produce ciertos receptores y esos son los mismos por los que entra la Covid-19 al organismo. Cuando alguien vapea, es parecido a lo que pasa con el tabaco. Hay una disminución del barrido ciliar, uno de los primeros mecanismos de defensa del organismo ante los virus”, explicó la profesional.

Otro de los factores que lleva a aumentar la posibilidad de contagio de la enfermedad pandémica tiene que ver con los movimientos que se realizan al momento del vapeo, que no responden a las premisas de cuidado que recomiendan los médicos.

“Vapear hace que la gente se saque el barbijo. También hay una relación constante entre manos y boca, y si no está bien hecha la higiene entre ellos, la probabilidad de contagio de Covid-19 es mayor”, resaltó la médica.

También se recrudece la situación de los pacientes contagiados que utilicen este tipo de dispositivos ya que, en mayor o menor medida, los pulmones están afectados y eso puede complejizar el tratamiento.

“La persona antes de vapear ya ha fumado, así la probabilidad de tener Epoc es más alta y es más alto el porcentaje de peor evolución de la enfermedad. Entonces, es más alta también la posibilidad de que evolucione mal, genere
complicaciones respiratorias y requiera de asistencia mecánica”, subrayó.

Si bien el efecto nocivo de estos dispositivos frente a un cigarrillo tradicional es menor, aclaró que “los cigarrillos electrónicos y los dispositivos de calentamiento de nicotina de todos modos son perjudiciales, pese a que se promovió su uso desde las tabacaleras, no le pudieron sacar esos componentes que producen cáncer”.

Pero el problema también se traslada a los contactos cercanos de esas personas, ya que al fumar o vapear en un mismo espacio, el no fumador también adquiere la baja en las defensas y queda igualmente expuesto al virus.

“Cuando alguien fuma expide 7.000 sustancias tóxicas. El electrónico tiene menos, pero no es inocuo el humo y eso genera riesgo al fumador no pasivo. Eso hace que también aumente sus posibilidades de tener Covid-19. Los pulmones se hicieron para respirar aire puro y a eso
apostamos”, concluyó la doctora.

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