cultura

El nacimiento de una industria

El sistema de encofrado de aluminio fue desarrollado a finales de la década de 1970.

La historia del aluminio más que verdadera parece leyenda. Hace más de un siglo era un metal raro, tan costoso como el oro. En 1852 se cotizaba 545 dólares la libra. En 1879, un norteamericano compró unos gemelos de teatro en París, y el joyero ofreció montura de aluminio o de platino casi por el mismo precio. El comprador eligió el aluminio y vivió lo suficiente para poder lamentarlo.

Esto fue porque el aluminio, que era un metal semiprecioso, pasó a ser casi de la noche a la mañana un metal relativamente vulgar.

El cambio de este nuevo elemento fue operado por el científico Carlos Martín Hall, proveniente de Ohio, Estados Unidos, que tenía entonces apenas 22 años. Este joven recién salido de la universidad resolvió un problema que se había resistido durante cincuenta años a los químicos mundialmente famosos, descubriendo el procedimiento para producir aluminio económicamente.

Su descubrimiento, que lleva fecha de 23 de febrero de 1886, creó una gran industria e hizo que dicho material pudiera tener miles de aplicaciones industriales. Pero Hall no se libró del calvario de tantos otros inventores, faltos de dinero como él, para explotar el fruto de sus investigaciones.

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