El Pescado, un arroyo que pasó de estar seco a estar colmado en menos de seis meses

En febrero, por las sequías del verano, el arroyo que está en el ingreso a Ignacio Correas había perdido el agua. Algunos pensaron que ya nunca recuperaría su cauce. Las lluvias del jueves lo revitalizaron.

Durante el último día hábil de la semana no fueron pocos los vecinos de Ignacio Correas, Parque Sicardi y Villa Garibaldi que transitaron por la calle 31, más allá del límite de la 637, en el sur de La Plata, para ir o venir hacia la zona más urbanizada de la ciudad y quedaron impactados por una imagen que algunos suponían que no volverían a ver: el arroyo del Pescado se desbordó ante las lluvias del jueves y terminó de recuperar su cauce, a menos de cinco meses de mostrarse totalmente seco durante los meses de febrero y marzo.

Como consecuencia de las sequía que se había generado en el verano, este espacio de reserva natural de agua que desemboca en el Río de La Plata y que ha sido el límite para el avance de las edificaciones en Villa Garibaldi apareció desértico y con basura que salía desde el fondo.

Si bien con las lluvias que habían caído a finales de abril y durante mayo se había recuperado en parte su imagen habitual; la realidad es que recién anteayer recobró su plenitud, e incluso el agua sobrepasó los límites del ingreso, que en su momento tuvo a algunos vecinos organizados armando escaleras con maderas y barandas para bajar a su orilla.

Esto se debe también al fenómeno del niño, que se caracteriza por las excesivas lluvias y tuvo su aparición en el mes de agosto, cuando estaba previsto que se iniciara este período en los meses de septiembre a noviembre.

De acuerdo a lo que pudo averiguarse, para este fin de semana se espera un nuevo caudal de vecinos que puedan acercarse a este lugar para realizar distintas actividades, como los paseos en kayak. Algo que había generado cierta actividad comercial, debido a que algunas personas empezaron a alquilar estas embarcaciones para poder navegar a la vera de la calle 31, que es la conecta con la zona de Ignacio Correas.

Durante todo el verano, e incluso hasta los primeros días de marzo, el arroyo mostró una imagen desoladora y generó mucha nostalgia para los vecinos que viven en esta zona de La Plata.

Si bien todo estará sujeto a que mejore el tiempo, se descuenta que a más tardar en una semana el nivel del agua se irá acomodando y que el arroyo va a recuperar su caudal habitual, que le permitía a los vecinos y turistas navegarlo con suma naturalidad.

Las personas que quieren disfrutar de este espacio natural que tiene La Plata suelen recorrer la Avenida 137 hasta 637, de allí empalmar con la 22 doblando a la derecha hasta la 637, y recién en la esquina de 659 y 22 volver a doblar a la derecha, pero en sentido a 31. Una vez que se llega a 637 y 31 se vuelve a girar hacia la izquierda, y a unas doce cuadras está el arroyo.

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