El viajero solidario: de Chascomús al Norte para llevar esperanza

Daniel Donadío es un vecino bonaerense que cada año emprende viajes hacia el Norte argentino para trasladar lo que las comunidades necesitan. Una historia de compromiso.

La de Daniel Donadío es una historia de solidaridad, compromiso y amor que nació nueve años atrás. Entonces, este vecino de Chascomús decidió tomar la ruta y comenzar con sus viajes para llevar ayuda a las comunidades del Norte argentino.

“Empecé solo en 2012 cuando hice un viaje a Formosa y me encontré con una realidad que nunca había visto. Tenía una camioneta y a raíz de la pobreza extrema que vi, gente sin nada, empecé a hacer viajes esporádicos. En el 2015 pude hacer 4 viajes en un año porque cada vez más gente comenzó a saber lo que hacía, así fueron pasando los años e incrementando los viajes”, relató Daniel en diálogo con diario Hoy.

El joven recordó que en esas primeras travesías llevaba todo lo que podía juntar en su localidad, pero ahora hay una selección, para que cada uno de los viajes sea más efectivo y con objetivos concretos.

“En el último viaje, por ejemplo, hicimos foco en el Día del Niño y juntamos cosas para ellos más que nada. Así fuimos por Corrientes y Misiones donde además de rompa, colchones, coches, también llevamos bolsones de alimentos”, contó.

Desde octubre de 2019, junto con otros ocho amigos que se sumaron a la experiencia, conformaron la asociación Viajeros Solidarios, que ya tiene más de 300 socios en Chascomús. Las dificultades económicas hicieron que Daniel solo no pudiera abarcarlo todo, por eso gracias a la ayuda de sus amigos, pasó de un viaje por año a cinco.

“Lo que me impulsa es lo mismo que a la mayoría de la gente que me ayuda: haber pasado necesidades. Nosotros somos 10 hermanos, nos criamos en la calle con necesidades, no conocíamos lo que era un juguete o un calzado nuevo, entonces yo sé lo que siente una criatura cuando recibe un regalito. Nosotros mientras tengamos algo para darle a los chicos se los damos, la emoción que demuestran es tremenda”, resaltó.

En ese sentido, remarcó que la gente de las comunidades que visita lo reciben con mucha alegría y al conocerlo lo invitan a comer, a quedarse a pasar la noche para descansar y le cuentan las historias sobre sus pueblos.

“A mí me apasiona esto, yo elijo llenar un vehículo y viajar a ayudar a la gente mientras otra gente elije usar ese tiempo en hacer nada. La solidaridad me trajo muchas amistades, gracias al trabajo solidario hice amigos en todas las provincias y siempre que se enteran que viajo me dicen que sus casas están abiertas para mí. Gracias a esto conocí a mi esposa y ahora voy a ser papá, todo lleva a algo, es una bendición”, destacó.

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