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En Rumania descubrieron una nueva especie de dinosaurio “enano” herbívoro

El mismo vivía hace unos 70 millones de años y pertenecía a la familia “Rhabdodontidae”.

Paleontólogos de la Universidad alemana de Tubinga descubrieron una nueva especie de dinosaurio “enano” herbívoro que vivía hace unos 70 millones de años, durante el período Cretácico, en el territorio que hoy pertenece al Geoparque Internacional de la Unesco Hațeg, en la actual región rumana de Transilvania. Se trata del “Transylvanosaurus platycephalus”, que pertenecía a la familia “Rhabdodontidae”.

Este dinosaurio vivió en la Isla de Hateg, ubicada en el desaparecido Mar de Tetis, dentro de las coordenadas de lo que actualmente es la región de Hateg, Rumania.

El nombre del dinosaurio, “Transylvanosaurus platycephalus” significa reptil de cabeza plana de Transilvania, debido a que las especies relacionadas anteriormente halladas en la zona poseían cráneos mucho menos aplanados que el del fósil encontrado en 2007 en el valle del río Bărbat.

Las características del dinosaurio

Con respecto a su longitud, el dinosaurio herbívoro medía aproximadamente dos metros de largo, mientras que caminaba en dos patas y pertenecía a la familia “Rhabdodontidae”, de acuerdo a lo que detalla el estudio que se presentó en Journal of Vertebrate Paleontology.

De acuerdo a lo que se dio a conocer, el cuerpo del nuevo dinosaurio era tan pequeño como el de otros dinosaurios encontrados en el territorio del condado de Hateg.

Además, el Transylvanosaurus habitaba en una de las islas del archipiélago tropical, lo que a lo largo del período Cretácico era la Europa actual, junto con otros dinosaurios “enanos”, cocodrilos, tortugas y pterosaurios.

A lo largo del Cretácico Superior, los Rhabdodontidae fueron el grupo más común de pequeños y medianos herbívoros europeos. “Con cada especie que se descubre, refutamos la hipótesis ampliamente extendida de que la fauna del Cretácico superior habría tenido poca diversidad en el actual territorio europeo”, consideró Felix Augustin, quien dirigía al equipo de expertos. Luego, añadió: “Los limitados recursos alimenticios de los que se disponía en estas zonas de Europa en aquella época hicieron que se redujera el tamaño del cuerpo de estos animales”.

Cabe resaltar que la identificación taxonómica se llevó adelante a partir de unos fósiles que medían no más de 12 cm: la parte posterior del cráneo y los dos huesos frontales.

En este sentido, el paleontólogo Dylan Bastiaans, de la Universidad de Zúrich, especificó: “En el interior del hueso frontal pudimos incluso distinguir el contorno del cerebro del transilvanosaurio”.

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