Gabriel Mestre: “El Sínodo es una verdadera primavera para la vida de la Iglesia”

Con numerosos interrogantes se desarrolla en Roma la 16ª Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, un punto culminante de una amplia consulta mundial sobre el futuro de la Iglesia Católica, en la que se busca instaurar un funcionamiento menos piramidal

Durante cuatro semanas, los 464 participantes, 365 de ellos con derecho a voto, se reunirán diariamente en el Vaticano, repartidos en grupos de reflexión en cinco idiomas. Entre ellos hay 54 mujeres.

“Con respecto al Sínodo de la Sinodalidad que ha convocado el Papa Francisco, que se está realizando en este mes de octubre de 2023 y que tendrá su segunda fase en el mes de octubre de 2024, creo que es una verdadera primavera para la vida y el servicio de la iglesia, de la evangelización en el mundo actual”, le dijo a diario Hoy el arzobispo de La Plata, Gabriel Mestre.

El papel de la mujer, los migrantes, la opción por los pobres, la lucha contra los abusos y la formación en los seminarios son algunos de los temas que han abordado los obispos y otros líderes de la Iglesia Católica.

La inauguración del Sínodo de los Obispos fue el pasado 4 de octubre y, durante la misa de apertura, el pontífice manifestó la importancia de tener “una Iglesia unida y fraterna” y que no haya “divisiones internas”.

Tradición

El Sínodo de los Obispos es una institución permanente, creada por el Papa Pablo VI el 15 de septiembre de 1965, en respuesta a los deseos de los participantes del Concilio Vaticano II en relación con mantener vivo el espíritu de colegialidad nacido de la experiencia conciliar.

Etimológicamente hablando, la palabra “sínodo”, derivada de los términos griegos syn (que significa “juntos”) y hodos (que significa “camino”), expresa la idea de “caminar juntos”. La reunión de obispos y otros líderes de la Iglesia Católica tiene como objetivo promover la comunión y la toma de decisiones en la Iglesia.

“Una Iglesia sinodal es una Iglesia de escucha, una escucha en la que todos tienen algo que aprender”, resaltó el Papa Francisco en ocasión del cincuentenario de la institución del Sínodo, en 2015.

Vale resaltar que el resultado de estos trabajos será entregado al Papa, que podrá tenerlo en cuenta para introducir medidas en el gobierno de la Iglesia mundial. La principal novedad en esta reunión es que laicos y mujeres participarán de los trabajos y podrán votar, algo inédito, descrito como una “revolución”.

En esa línea, Mestre sostuvo que “el Papa Francisco viene insistiendo sobre este tema desde hace tiempo y no solamente se queda en las palabras, sino que ejecuta las palabras en estos espacios donde se dan todas las condiciones para que los temas más importantes se puedan poner sobre la mesa y discernir a la luz del espíritu”.

Y amplió: “El Papa insiste en esto de que no se trata de un Estado parlamentario. Acá se trata de discernir la realidad a la luz del Espíritu Santo para poder responder de la mejor manera posible. Es así que laicas, laicos, consagradas, consagrados, sacerdotes, diáconos, obispos y cardenales están justamente en este marco en este Sínodo de la Sinodalidad”.

“Sin exclusión”

Para concluir, Mestre expresó que “el Papa Francisco ha sido claro unos meses atrás, en el marco de la jornada de la juventud en Lisboa, y lo volvió a repetir ahora en la apertura del Sínodo. Todos adentro de la iglesia, sin exclusión. Nadie que quiera vivir el encuentro con Cristo en la iglesia católica queda fuera por ningún motivo”.