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Hallan fósiles de perezosos terrestres gigantes en el norte de Mar del Plata

Un equipo de paleontólogos del Museo Municipal de Ciencias Naturales anunció que descubrió los restos de una familia de una especie que habitó las costas bonaerenses hace más de 5 millones de años.

Patricia Salicio, una vecina marplatense que caminaba buscando ­caracoles, dio con tres ejemplares de la especie Scelidotherium leptoce­phalum, que murieron y quedaron preservados en el interior de su antigua madriguera subterránea.

Este hallazgo es de suma importancia para el equipo de investigación que conforma el Museo Scaglia junto con investigadores del Conicet del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y el Bernardino Rivadavia de CABA, ya que, por primera vez, se tiene un registro muy completo de lo que habría sido un grupo familiar de estas bestias prehistóricas.

Los celidoterios eran perezosos terrestres gigantes cavadores que llegaron a generar extensos túneles interconectados que conformaban verdaderas ciudades subterráneas, por lo que toda su anatomía estaba perfectamente adaptada para esta particular forma de vida.

Estos animales tenían 3,5 metros de largo por 1,2 metros de alto, pesaban cerca de 850 kilos, tenían una cabeza muy alargada y cilíndrica y brazos fuertes con dos garras muy desarro­lladas que les permitían excavar lo que serían las madrigueras más grandes que alguna vez haya producido un animal en la historia del planeta Tierra, con túneles que podían llegar hasta los dos metros de diámetro.

Desde el equipo de Paleontología del Museo Municipal de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia informaron que los trabajos de rescate estuvieron condicionados por las mareas y el clima, una semana de trabajo en campo que se continuaba con una semana de trabajo de laboratorio para preparar algunos de los elementos óseos que se recuperaron.

Más hallazgos

Otro hallazgo se produjo a 50 metros al norte del primero, en este caso por parte de Vanesa Moran, colaboradora del equipo de Paleontología del Museo Scaglia, quien dio con uno de los animales prehistóricos más esquivos: Pampatherium typum.

Se trata de un armadillo terrestre gigante con caparazón móvil similar en apariencia a un tatú carreta, pero de mayor peso y tamaño, podía llegar a los 250 kilos y dos metros de largo.

Se encontró gran parte del caparazón, la cadera, miembros posteriores y cola. El ­caparazón está conformado por placas fijas y tres bandas de placas móviles conocidas como “teclas”.

Tanto los elidoterios como los pampaterios formaron parte del grupo prehistórico de los cavadores: esta fauna es única a nivel mundial y es típicamente sudamericana, y cuenta con especímenes de más de 1.000 kilos que vivieron buena parte de su vida bajo tierra.

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