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Investigadores argentinos lanzan aplicación pionera para reconocer anfibios

La aplicación utiliza un modelo de inteligencia artificial para reconocer especies a partir de sus cantos.

Investigadores argentinos han desarrollado una aplicación revolucionaria en Sudamérica que permite a la comunidad identificar especies de anfibios anuros, como ranas y sapos, a través de sus cantos. Esta innovadora plataforma móvil, diseñada por expertos del Conicet, la Universidad Nacional del Litoral y la Universidad Autónoma de Entre Ríos, no solo ofrece una oportunidad educativa para el público en general, sino que también se presenta como una herramienta esencial para profesionales de las Ciencias Biológicas.

La aplicación utiliza un modelo de inteligencia artificial para reconocer especies a partir de sus cantos, proporcionando información detallada sobre características, familia y distribución geográfica. Según los investigadores Evelina León y Rafael Lajmanovich, autores del estudio, esta herramienta, denominada “inexistente hasta el momento en Argentina y Sudamérica”, fue diseñada para ser accesible a cualquier persona interesada en el reconocimiento de anfibios sin necesidad de conocimientos específicos en la disciplina.

“Croalitoral” se enfoca inicialmente en identificar las especies de ranas y sapos más comunes en el Litoral Fluvial de Argentina, incluyendo la Rana Toro, una especie invasora. La segunda fase del desarrollo tiene como objetivo abarcar todas las especies presentes en el país, ampliando así su utilidad para la comunidad interesada en la herpetología.

La aplicación no solo contribuye al conocimiento sobre la biodiversidad local, sino que también despierta conciencia sobre la importancia de la conservación activa y el respeto por la vida silvestre. Los desarrolladores esperan que la aplicación tenga un impacto significativo entre naturalistas, educadores y profesionales de las Ciencias Biológicas.

La APP no solo se presenta como una herramienta educativa, sino también como un recurso eficiente para investigadores y profesionales de las Ciencias Biológicas. Los registros de cantos utilizados para entrenar el algoritmo provienen de una base de datos con más de 20 años de existencia, destacando la aplicación como un producto derivado de una investigación científica sólida.

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