Jezero: el mejor lugar para encontrar vida en Marte

El cráter de casi 45 kilómetros de diámetro sobre el que descendió el róver Perseverance se originó hace 4.000 millones de años, por lo que contiene restos geológicos de gran utilidad para la comunidad astronómica.

Jezero, el cráter de aproximadamente 45 kilómetros de diámetro sobre el que amartizó el róver Perseverance tuvo su origen hace 4.000 millones de años, hecho que lo convierte en una de las piezas claves para detectar nuevos indicios sobre la existencia de vida en Marte.

Con el paso de los años, el cráter situado en el hemisferio norte del planeta rojo acumuló una gran cantidad de detritos volcánicos, hasta que las concentraciones de agua que se registraron en la superficie marciana durante una serie de años lo convirtieron en un lago.

Tiempo más tarde, cuando las cuencas hídricas y el hielo desaparecieron de la superficie planetaria, Jezero se volvió una fuente de sedimentos de gran utilidad, y hoy en día permite estudiar la evolución geológica del planeta a lo largo de miles de millones de años.

En la actualidad, los científicos cuentan con pruebas suficientes para asegurar que, en su momento, el agua transportó minerales arcillosos hasta el cráter, por lo que existe una gran posibilidad de que la vida microbiana se haya desarrollado en esa región durante el “período húmedo” de Marte.

Al permitir el ingreso y la salida del agua, Jezero puede ofrecer datos mucho más estables que los “lagos de cuenca abierta” del planeta vecino, los cuales terminaron volviéndose salados. De acuerdo a los especialistas, esta condición los hace menos proclives para la búsqueda de condiciones adecuadas para la vida.

Teniendo en cuenta este contexto, el Perseverance debería acceder a rocas de unos 3.600 millones de años de antigüedad, lo que podría ayudar a responder algunas de las inquietudes de la comunidad astronómica y brindar más información sobre la formación de planetas rocosos.

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