John William Cooke, el platense que fundó el peronismo de izquierda

Nació en La Plata el 14 de noviembre de 1919, en calle 50 e/4 y 5, en el seno de una familia irlandesa intensamente politizada. Su padre era un importante dirigente del radicalismo. Mientras estudiaba en la Facultad de Derecho de La Plata, formó parte de la Unión Universitaria Intransigente. Se recibió de abogado en 1943, y fue elegido diputado por el Peronismo con tan solo 25 años –por lo cual fue apodado “El Bebé”- , presidiendo la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, de la Comisión Redactora del Código Aeronáutico y de la Comisión de Protección de los Derechos Intelectuales.

Cuando se produjo el levantamiento del 16 de junio de 1955, fue a la Plaza de Mayo, bombardeada por los aviones navales y allí, parapetándose detrás de una estatua, hizo fuego contra los marinos que pretendían avanzar hacia la Casa de Gobierno. Días después, el general Perón lo designó interventor en el Partido Justicialista de la Capital Federal, para que proceda a la reorganización y movilización de sus partidarios.

Fue designado por Juan Domingo Perón como su delegado en Argentina, cuando su gobierno fue derrocado por el Golpe de 1955. En una carta fechada en Caracas el 2 de noviembre de 1956, el general Perón estableció: “Por la presente autorizo al compañero doctor Don John William Cooke, actualmente preso por cumplir con su deber de peronista, para que asuma mi representación en todo acto o acción política. En este concepto, su decisión será mi decisión y su palabra, la mía. En él reconozco al único jefe que tiene mi mandato para presidir a la totalidad de las fuerzas peronistas organizadas en el país y en el extranjero y sus decisiones tienen el mismo valor que las mías. En caso de fallecimiento, delego en el doctor don John William Cooke el mando del movimiento”.

Entendía que la liberación de la Patria y la revolución social son una misma cosa, de la misma manera que semicolonia y oligarquía son también lo mismo. Apostaba por la unidad como paso previo al triunfo popular; pero no la unidad para simple usufructo politiquero, sino para dar las grandes batallas.

Pese a que estuvo en prisión hasta marzo de 1957 – fecha en que logró escaparse, de una manera cinematográfica, de la cárcel de Río Gallegos, junto a Héctor Cámpora, Guillermo Patricio Kelly y Jorge Antonio, entre otros-, fue el cerebro del llamado “ Comando Nacional de la Resistencia Peronista”.

Junto a Rogelio Frigerio, fue uno de los hacedores del Pacto Perón-Frondizi –el acuerdo para unir votos peronistas y radicales para las elecciones de 1958-. En enero de 1959, apoyó el movimiento de los trabajadores del Frigorífico Municipal “Lisandro de la Torre”, liderado por Sebastián Borro, en contra de la privatización e intentó convertirlo en huelga general revolucionaria para tomar el poder, pero fracasó en ese objetivo.

La correspondencia con el general

En abril de 1960, se radicó en Cuba junto a su compañera, Alicia Eguren, por su profunda identificación con el proceso revolucionario llevado adelante bajo el liderazgo de Fidel Castro. Hizo una profunda amistad con “El Che”, integrando lo que se llamaba su “mesa chica”. Participó como miliciano, como un cubano más, repeliendo la invasión en Bahía de Los Cochinos. Mantuvo en esa época una copiosa correspondencia con Perón, procurando persuadirlo de que “deje la España franquista para instalarse en la Cuba revolucionaria”.

Hacia fines de 1965, en su correspondencia con el general Perón, manifestó su disidencia con la táctica de “bendecir a todos”, pues entiendía que eso ampliaba al movimiento a costa de su combatividad revolucionaria. En su opinión, el peronismo debía convertirse en partido obrero, con un claro programa revolucionario. Perón, en cambio, sustentaba una táctica dirigida a aislar a la oligarquía aliada al imperialismo, para lo cual creía necesario constituir un frente muy amplio.

John William Cooke murió el 19 de septiembre de 1968, a los 48 años. Treinta y seis años después, sus cenizas fueron esparcidas en las aguas del Río de la Plata, cumpliendo su voluntad.