CIENCIA

La bacteria más grande del mundo fue hallada en el Caribe

Fue encontrada en un pantano de las Antillas y tiene casi un centímetro de longitud, lo que la convierte en la mayor de su tipo.

La naturaleza no deja de revelar sorpresas que dejan boquiabiertos a todos, in­cluso a quienes se dedican a estudiarla. Ahora, en el Caribe, encontraron la bacteria más grande del mundo y lograron tomar muestras de su aspecto.

Fue encontrada en un pantano en las Antillas y tiene casi un centímetro de longitud, lo que la ubica como un organismo aproximadamente 5.000 veces mayor que las otras especies de bacterias.

Se trata de Thiomargarita ­magnifica, que tiene la forma de un filamento blanco y es el primer ­procarionte que se puede apreciar a simple vista, según un estudio publicado este jueves en la revista Science.

Según se reportó, fue encontrada en la superficie de hojas de mangle en descomposición en marismas tropicales y asombró a los biólogos, ya que, según los modelos del metabolismo celular, las bacterias no deberían crecer tanto.

“Para ponerlo en contexto, sería como si un humano se encontrara con otro humano tan alto como el monte Everest”, señaló uno de los autores del estudio, Jean-Marie Volland, del Instituto Conjunto del Genoma del Departamento de Energía de Estados Unidos, quien tomó una imagen del organismo con un microscopio en 3D.

En el texto explicaron que la Thiomargarita magnifica contiene tres veces más genes que la mayoría de las bacterias y cientos de miles de copias del genoma repartidas por cada célula, lo que la hace inusualmente compleja.

Esta bacteria no se ha detectado en ningún otro lugar del mundo y los investigadores también señalaron que la especie había desaparecido del pantano donde fue hallada por el biólogo marino Olivier Gros, de la Universidad de las Antillas en Guadalupe, por lo que suponen que tal vez se trata de organismos estacionales.

Si bien todavía no llegaron a conclusiones concretas de cómo evolucionó la bacteria para alcanzar ese asombroso tamaño, la hipótesis más factible es que el organismo puede haberse adaptado para protegerse de los depredadores. “Si creces cientos o miles de veces más que tu depredador, no puedes ser consumido por él”, afirmó Volland.

Además, explicaron que estas células que crecen “en órdenes de magnitud por encima de los límites teóricos del tamaño de las células bacterianas experimentan un ciclo de vida dimórfico con segregación asimétrica de cromosomas en ­células hijas”. Entonces, estas características, junto con la ­compartimentación del material ­genómico y los ribosomas en ­orgánulos activos, “indican un aumento de la complejidad en el linaje Thiomargarita y desafían los conceptos tradicionales de las ­células bacterianas”.

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