Ciencia

La ciencia y la barrera de los 100 metros en 10 segundos

La barrera de los 10 segundos fue quebrada por primera vez en 1968, aunque hoy sigue siendo un gran logro para los velocistas.

Según datos de World Athletics, el organismo rector del deporte, en las cuatro décadas entre 1968 y 2008, solo 67 atletas rompieron la barrera. Otros 70 lo harían en los diez años siguientes.

Científicos como Steve Haake, profesor de Ingeniería Deportiva en la Universidad Sheffield Hallam de Reino Unido, cree que es una combinación de factores: “Más deportistas de todo el mundo se benefician del entrenamiento de élite y la ayuda de la ciencia y la tecnología para mejorar sus posibilidades de correr más rápido”.

Los velocistas actuales corren con calzados que son más livianos. Los últimos modelos pueden pesar menos de 150 gramos y están hechos con suelas de fibra de carbono.

Las pistas de atletismo también han cambiado desde que los atletas de élite corrían sobre tierra o césped en las competiciones. Las pistas son cada vez más rápidas porque ahora incluso se considera la forma de los gránulos de caucho vulcanizado para construir la superficie.

La ciencia también influyó en la nutrición y en el entrenamiento. Un equipo científico de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, descubrió que el glúteo mayor es clave para que los atletas alcancen velocidades máximas en la pista. El mismo equipo mostró cómo una alimentación estrictamente elaborada, más un entrenamiento con todos los beneficios actuales de la ciencia y la tecnología, nos daría superatletas a los que no les cueste tanto superar la barrera de los 100 metros en 10 segundos.

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