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La gran “máquina de matar” del Cámbrico no era tan fuerte

Anomalocaris reinaba en la cúspide de la cadena alimenticia hace 500 millones de años.

Hace unos 530 millones de años, la vida, que estaba aún en sus inicios, experimentó una revolución sin precedentes, denominada explosión del Cámbrico. Repentinamente y por causas que aún son un misterio, surgieron todos los géneros de seres vivos que se conocen en la actualidad. Entre ellos había una criatura marina ahora extinta, Anomalocaris, que alcanzó el vértice de la cadena trófica. Era el mayor superdepredador de la época, una especie de camarón extraño (eso es lo que significa su nombre) con dos enormes “patas” delanteras parecidas a las de los arácnidos.

Sin embargo, el “monstruo” era mucho más débil de lo que se suponía. Estudios biomecánicos de las “patas” delanteras del Anomalocaris canadensis indican que era incapaz de romper los caparazones de las presas duras. Probablemente era ágil y rápido, y se lanzaba tras presas blandas en aguas abiertas. El estudio se publica este martes en la revista Proceedings of the Royal Society B.

Descubierto por primera vez a fines del siglo XIX, se creía que Anomalocaris canadensis era responsable de algunos de los exoesqueletos de trilobites aplastados y con cicatrices que los paleontólogos han encontrado en el registro fósil. “Eso no me encajaba bien, porque los trilobites tienen un exoesqueleto muy fuerte, que esencialmente hacen de roca, mientras que este animal habría sido suave y blando”, señala Russell Bicknell, investigador del Museo de Historia Natural, quien realizó el trabajo mientras estaba en la Universidad de Nueva Inglaterra, en Australia.

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