La historia del oro

El oro, según todas las probabilidades, es el primer metal con el que los hombres han fabricado objetos para su uso. Ningún otro requiere, además, para su manipulación, un utillaje tan sencillo. Esta simplicidad explica cómo, durante muchos siglos, el instrumental de los orfebres se ha diferenciado tan poco del que usaban sus predecesores. Pero es muy difícil precisar, ni aun haciendo las más liberales concesiones a la cronología, la época en que sucedió todo esto.

Los documentos más antiguos relacionados con esta ardua cuestión se remontan a la plurimilenaria civilización egipcia. Pertenecientes a una época situada alrededor del año 4100 antes de Cristo, han sido encontradas algunas inscripciones en las que aparece el signo con que los antiguos egipcios representaban el oro. En Abydos, en la tumba del rey Kendenes-Djer (tercer monarca de la primera dinastía, que reinó hacia el año 4000 antes de nuestra era), este oro aparece ya materializado en forma de brazaletes incrustados en piedras semipreciosas, de un cuidado y fino trabajo, dentro de la tosquedad del estilo.