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La luna Mimas, de Saturno, puede esconder un océano resultado del deshielo

El inicio de la fusión tuvo que haber ocurrido cuando la excentricidad de Mimas era dos o tres veces mayor que el valor actual.

Según un reciente estudio liderado por el Planetary Science Institute, la luna Mimas de Saturno podría estar ocultando un vasto océano bajo su superficie helada. Este descubrimiento plantea una nueva perspectiva sobre la posibilidad de vida más allá de la Tierra en nuestro propio sistema solar.

El estudio, titulado La evolución de un océano joven dentro de Mimas, publicado en Earth and Planetary Science Letters, sugiere que a medida que la excentricidad orbital de Mimas disminuyó, su capa de hielo se adelgazó, dando lugar a la formación de un océano subterráneo.

“En nuestro trabajo anterior, descubrimos que para que Mimas sea hoy un mundo oceánico, debe haber tenido una capa de hielo mucho más gruesa en el pasado. Pero debido a que la excentricidad de Mimas habría sido aún mayor en el pasado, el camino para pasar del hielo grueso al hielo más delgado era menos claro”, explicaron los científicos.

El proceso de adelgazamiento de la capa de hielo de Mimas está relacionado con el calentamiento de las mareas, causado por la excentricidad orbital de la luna. Este fenómeno, que también se observa en otras lunas oceánicas como Encélado, ha provocado un calentamiento gradual que ha derretido parte del hielo superficial de Mimas, formando un océano subterráneo.

“La excentricidad es lo que impulsa el calentamiento de las mareas. En este momento es muy alto en comparación con otras lunas oceánicas activas, como la vecina Encélado. Creemos que el calentamiento de las mareas es la fuente de calor responsable del adelgazamiento actual de la capa”, dijo Walker líder del informe.

El estudio también revela que este proceso de fusión comenzó hace aproximadamente entre 10 y 25 millones de años, lo que sugiere que Mimas estuvo completamente congelada hasta ese momento.

Las estimaciones actuales sugieren que el océano subterráneo de Mimas podría tener entre 40 y 45 kilómetros de profundidad antes de tocar la roca. Este descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre las condiciones potencialmente habitables en otras lunas del sistema solar y destaca la importancia de continuar explorando estos mundos distantes en busca de signos de vida extraterrestre.

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