CULTURA

La nueva novela de la autora en español más leída del mundo, Isabel Allende

La escritora chilena nacionalizada estadounidense acaba de publicar Violeta. Cuenta la historia de una mujer centenaria que atravesó dos pandemias.

Los que tienen el espíritu cansado y de regreso no pueden comprender esta aventura total de ánimo inextinguible. Los números son imponentes: 25 libros traducidos a 42 idiomas, 75 millones de ejemplares vendidos, 15 doctorados internacionales, 60 premios y 2 producciones cinematográficas (sin contar adaptaciones de sus obras al ballet, ópera, radio y teatro).

En 2018, se convirtió en la primera escritora en lengua española premiada con la medalla de honor del National Book Award, en los Estados Unidos, por su gran aporte al mundo de las letras. Todo eso ha logrado en los últimos 40 años esta mujer que, el próximo 2 de agosto, cumplirá 80 años. Desde que publicó su primera novela, La casa de los espíritus, en 1982 Isabel Allende se ha dedicado enteramente a su gran pasión: la literatura. Este mes presenta Violeta, su último libro. Es la historia de una mujer atravesada por una pasión, una determinación y un sentido del humor inolvidables; la sostienen a lo largo de una vida turbulenta, que empieza en 1920, con la llamada “gripe española”, y se apaga con la pandemia de 2020.

Como una antigua conocedora de árboles que pasa entre ellos saludándolos, Allende halló la inspiración en su madre. Ella falleció poco antes del Covid-19 y mucha gente que la conocía le pidió que escribiera su historia; sobre todo, porque atesoraba la vida entera de su madre en cartas escritas a diario que se fueron acumulando en una montaña de confidencias, visiones, ocurrencias y sucedidos que merecían enhebrarse en un relato. Cuando comenzó la escritura del libro, comprendió que estaba demasiado cerca emocionalmente del personaje. Por otra parte, su madre fue una mujer extraordinaria que no tuvo una vida fuera de lo común, porque nunca pudo mantenerse sola: vivió sometida, primero a su padre y después a su marido. Finalmente, fue la propia Isabel quien pagó las cuentas.

Dijo la autora: “Violeta es un personaje parecido a mi madre: bella, interesante, fuerte, irónica, atrevida y con una gran visión respecto al futuro. No se queda en su clase social ni donde a ella la educaron. En ese sentido, se parece a mi madre. Pero, a diferencia de ella, puede ser una mujer independiente y no hay feminismo sin independencia económica”.

Al mismo tiempo, afirmó que, sin duda, algunas anécdotas que le han pasado a ella se las concedió a Violeta. “Yo creo que todos los autores hacen eso; sacan de la memoria, de la experiencia personal, el material que después usan para narrar historias”, afirmó. En ese sentido, la historia de la protagonista está moldeada por algunos de los grandes sucesos de la historia: desde el crack del 29 a la lucha por los derechos de la mujer.

Isabel Allende empezó a escribir Violeta poco tiempo antes de la pandemia, en enero del 2020. Cuando eso sucedió, se le ocurrió que debía colocar la novela entre las dos pestes: la de la influenza y la del coronavirus, de modo que la pandemia devino en anécdota vertebradora para darle forma al relato. La escritora chilena confesó que, al comenzar un libro, nunca tiene la historia clara, y el trabajo se parece mucho a internarse con una vela en un lugar oscuro y esperar que poco a poco vayan iluminándose los rincones.

Por otra parte, en todas sus novelas, lo que importan son las relaciones humanas; lo que más le interesa contar son las emociones y, de todas ellas, considera que la más poderosa es el amor. “En mi propia vida, lo que más me ha movilizado a hacer las brutalidades más grandes y también los hechos heroicos ha sido el amor. Ahora que tengo 79 años, uno piensa que el amor no tiene tanta importancia y para mí nunca la pierde: yo me casé a los 77 años y, si vivo lo suficiente, es posible que me case de nuevo. Creo en el amor firmemente”, afirmó.

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