La pandemia dejó al descubierto la demanda por los cuidados paliativos
En nuestro país, solo el 10% de las personas que requieren este tipo de asistencia puede acceder a la misma. Esta compleja situación significa, según dicen los especialistas, que “nueve de cada 10 argentinos mueren mal”.
Debido a la tensión producida por la pandemia durante los últimos dos años sobre el sistema sanitario, las personas con necesidad de cuidados paliativos fueron postergadas y las consecuencias “ya son evidentes”. Así, tanto pacientes oncológicos como cardiológicos, diabéticos o con insuficiencia renal, fueron afectados por la demora en el acceso a atención y quedó al descubierto su demanda.
Especialistas coincidieron en la importancia de tratar “cuanto antes” el proyecto de Ley de Cuidados Paliativos, que ya cuenta con media sanción parlamentaria. “Nadie duda de que el coronavirus irrumpió como una emergencia y que había que abocarse a eso”, dice María de los Ángeles Minatel, directora ejecutiva de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos (AAMyCP). “Pero, mientras tanto, otras patologías se agravaron mucho y se perdió tiempo valioso”, añadió.
Los paliativos son los cuidados centrados en garantizar la calidad de vida del paciente y su familia a través de un abordaje integral y multidisciplinario, que atiende “las necesidades físicas, como así también las psicológicas, emocionales, sociales y espirituales”. Cuando una persona -sea cual fuere su edad- es diagnosticada con una enfermedad grave, crónica y amenazante para su vida, tiene derecho a recibir una asistencia paliativa que ayude a reducir “la experiencia global de sufrimiento”, y es importante que esta atención comience de forma temprana.
“Los cuidados paliativos no están pensados para morir bien, sino para vivir lo mejor posible en el transcurso de una enfermedad grave, hasta que llegue la muerte, que puede significar días, semanas o años”, dice Mariana Jacobs, miembro del Hospice Kamalaya, una ONG que asiste a personas en situación de vulnerabilidad en el final de la vida. “Queremos desterrar la idea de que la asistencia paliativa es para pacientes terminales”, sentenció.