Los piojos también sufrieron el confinamiento

La prevalencia de estos insectos disminuyó un 26% durante la cuarentena.

En pleno debate sobre la importancia de volver a las clases presenciales, un equipo de especialistas del Centro de Investigaciones en Plagas e Insecticidas (Cipein) logró detectar uno de los “beneficios” del confinamiento: la falta de piojos.

Según explicaron los investigadores, la prevalencia de estos insectos disminuyó un 26% durante la cuarentena, pasando del 70% al 44%. De esta manera, el trabajo logró corroborar la premisa de que la falta de contacto cabeza-cabeza que requieren estos ectoparásitos disminuiría los niveles de infestación.

Para alcanzar esta conclusión, desde el Cipein realizaron 627 encuestas en redes sociales, logrando cubrir una población de 1.118 niños de entre 3 y 14 años, alcanzando los diferentes estratos educativos de la escuela primaria.

Asimismo, el análisis permitió determinar que los chicos en edad escolar son la “principal fuente de dispersión”. En este sentido, cabe destacar que antes de la cuarentena, la prevalencia de piojos en familias con un niño era del 50%, mientras que en los hogares con dos, tres o más, los valores ascendían al 80%. Durante el aislamiento más estricto, estos porcentajes disminuyeron al 20% y al 40%, respectivamente.

Por otro lado, los investigadores identificaron que, en aquellas familias donde los menores no tenían interacción con otros chicos, el uso de peine fino o pediculicidas permitieron reducir los niveles de infestación de piojos.

“Esto se pudo ver reflejado por el hecho de que los padres se encontraban en el hogar más tiempo de lo habitual”, explicó Federico Galassi, primer autor del trabajo e investigador del Conicet.

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