Ludovico Ariosto, el poeta legendario

En la biografía del poeta italiano Ludovico Ariosto, escrita en 1584, el autor refiere cómo un día iba cabalgando con una escolta de seis jinetes y fue obligado a pasar, cerca de Rodea, por entre una partida de gentes armadas hasta los dientes e instaladas en un sitio sombrío. No sabiendo quiénes eran, pasó delante de ellos con alguna aprensión, pues las montañas estaban infestadas de bandidos de Domingo Amorotto y Felipe Pacchione, enemigos acérrimos. Cuando Ludovico avanzó algunos pasos, el jefe de la partida preguntó al criado que cabalgaba a la zaga quién era el caballero. Al enterarse que era Ludovico Ariosto, echó inmediatamente a correr tras él, llevando una pequeña armadura y una pica. Viéndolo llegar, Ludovico se detuvo, sin prever cómo terminaría el asunto. Una vez que el bandido lo alcanzó, lo saludó con respeto, diciéndole que era Felipe Pacchione. Y le reveló que estuvo a punto de desatar una feroz trifulca, pero al enterarse de que se trataba del poeta, del que ya tenía noticas y había leído fervientemente, le ofreció repetidas veces su hospitalidad y se despidió.