Madres Contra el Paco y Por la Vida

En su día, Isabel Vázquez y Alicia Romero dialogaron con diario Hoy sobre la lucha que empezaron hace más de 25 años, en contra de las drogas y la pobreza.

Isabel Vázquez y Alicia Romero honran la maternidad no solo con sus hijos, sino que su amor alcanza también a muchos chicos que se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad. Las dos mujeres, que comenzaron brindando meriendas en un comedor de Lomas de Zamora, poco a poco fueron incrementando la tarea solidaria, hasta finalmente convertirse en las Madres Contra el Paco y Por la Vida. La organización atiende cuestiones vinculadas a la pobreza y, además, batalla en contra de las drogas.

“Nosotras salimos a la luz en 2006 con el tema del paco, pero veníamos peleando desde mucho antes”, contó Isabel a diario Hoy. En tanto, su compañera de trabajo y de vida relató: “Estamos al pie del cañón. Nunca paramos con el comedor y hoy tenemos 2.500 personas que almuerzan y meriendan. Con Isabel nos conocimos hace casi 26 años y siempre estuvimos juntas. Empezamos con proyectos muy pequeños, que luego se hicieron gigantes”.

Tras la crisis de 2001 y ante la falta de oportunidades, el consumo de drogas se intensificó entre las personas que buscaban evadirse de la realidad aunque fuera por un momento. Los chicos y adolescentes que concurrían al comedor de Villa Lamadrid comenzaron a deteriorarse, físicamente y psíquicamente, víctimas de inescrupulosos que incrementaban sus ganancias mediante la comercialización de estupefacientes.

“Nosotras los veíamos pasar y decíamos allá van los muertos vivos. Empezamos a investigar y, cuando preguntamos por qué caminaban siempre en la misma dirección, nos dijeron que iban a fumar pasta base. Nosotras no sabíamos qué era, ya que en ese momento solo conocíamos la cocaína adulterada. Ellos nos explicaban que se fumaba con los cañitos de las antenas, y nos decían que todas las mujeres que trabajaban con nosotras tenían a sus hijos fumando. Así fue que empezamos a hablar, a investigar y a golpear puertas para buscar una respuesta. Sentimos miedo, pero como dice Isabel, de algo tenemos que morir”, afirmó Alicia.

A Isabel le mataron un hijo en 2009. Emanuel tenía 27 años y participaba activamente del movimiento de Madres Contra el Paco y Por la Vida. Este hecho, lejos de amedrentarla, le dio el empuje y el motivo para continuar, junto a su amiga, combatiendo el flagelo que atenta contra la vida de miles de personas. “No hay que perder las esperanzas, ni bajar los brazos; hay que pelear por los chicos. No hay que regalárselos a estos asesinos que se llenan los bolsillos con plata de la sangre de nuestros hijos. Si nosotros no hacemos algo por ellos, que son el presente y el futuro, los perderemos y nos quedaremos viejos, sin alegría y sin risas. Hay que ir a buscarlos a las esquinas todos los días”, insistió Vázquez. Por su parte, Romero agregó: “Hay que escucharlos en vez de reprochar. A veces, nos olvidamos de preguntarles qué les pasa, cómo estuvo el día o con quiénes se juntaron. Los pibes son las esponjas de las familias”.

Por último, las fundadoras de la organización destacaron el rol de las mujeres. “Vemos que casi no hay hombres que vengan a pedir ayuda para sus hijos o una internación. Siempre son las madres, las tías o las abuelas. Somos nosotras las que vamos al frente. En ese sentido, somos grandiosas”, concluyó Isabel.

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