“Nos vamos a seguir ocupando de defender los derechos conseguidos en materia educativa”

La UNLP recibirá este 2024 a más de 37.000 ingresantes. Además, hubo más de 9.500 inscriptos en la Escuela Universitaria de Oficios. El desarrollo y fomento de la enseñanza, la investigación y la extensión son algunas de las funciones primordiales de la casa de estudios, que convive día a día junto a las problemáticas que padece la comunidad.

“Para avanzar en el desarrollo de la investigación en la universidad pública, nuestros investigadores, tecnólogos y artistas deben contar con las mejores condiciones posibles para llevar a cabo su estratégica función”, remarcó López Armengol, quien es licenciado en Administración por la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP, magíster en Dirección de Empresas y especialista en Marketing.

—¿Qué balance hace sobre el año 2023 en cuanto a las políticas científicas y tecnológicas de la UNLP?

—El papel de la ciencia y la tecnología es estratégico para el desarrollo de los países y el bienestar de su población. Las universidades somos protagonistas en ese proceso de generación de conocimiento destinado a atender las demandas sociales. En ese marco, el sistema científico-tecnológico de la UNLP comprende 151 laboratorios, centros e institutos de investigación que concentran unos 7.000 investigadores y becarios, quienes acreditan unos 750 proyectos de investigación por año y producen más de 5.000 publicaciones indizadas.

Nuestra agenda de ciencia y ­tecnología es fecunda y amplia. Un interesante proyecto es el desarrollo de empresas de base tecnológica con origen en la UNLP. Este tipo de empresas encabezadas por investigadores han tenido un marcado ­crecimiento en los últimos años, ofreciendo productos y servicios con un fuerte impacto social y una gran impronta tecnológica y de innovación.

La UNLP también trabaja en una agenda ambiental con eje en desarrollar energías limpias, inagotables y competitivas, con valor agregado para transferir conocimientos científicos y productivos. El planeta nos demanda producción con sustentabilidad. En este grupo se encuentran la instalación de un parque solar en Bartolomé Bavio, partido de Magdalena, que podrá abastecer el 100% de la demanda energética que utilizan los edificios de la UNLP; una mesa de trabajo multidisciplinaria para coordinar las distintas iniciativas sobre hidrógeno que desde hace años se vienen desarrollando en la UNLP; y el nuevo micro de pasajeros reconvertido por profesionales y técnicos de la Facultad de Ingeniería de la UNLP y de la empresa Nueve de Julio SAT, que funciona a propulsión eléctrica con baterías de litio.

—¿Cómo piensa que puede influir en algunos de los objetivos la coyuntura económica y política actual?

—Sin dudas que la actual crisis social impacta en las universidades públicas. En el actual contexto económico, las autoridades universitarias le hemos entregado al Gobierno nacional nuestras expectativas presupuestarias. En este momento eso es lo más prioritario. Los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional presentamos un pedido al nuevo Gobierno para actualizar el presupuesto prorrogado de 2023, ya que el Congreso nacional no aprobó un presupuesto nuevo.

Las autoridades de las universidades siempre tenemos una actitud propositiva con los funcionarios de los gobiernos de turno para construir agendas de trabajo. Ahora veremos el nivel de respuesta que tengamos con los nuevos interlocutores para darles continuidad a los proyectos y programas.

Se vienen tiempos difíciles, pero nos vamos a seguir ocupando de defender los derechos conseguidos en materia educativa y de mostrar y potenciar todo lo que hemos ­construido. Porque más allá de las diferencias ideológicas y de ­recorrido histórico que tengamos entre sí las universidades nacionales, el ­denominador común que tenemos son el compromiso y el orgullo por la educación superior como bien público y social, derecho humano universal y responsabilidad del Estado.

—¿Cómo es la situación en UniLiB, la primera planta en la región de desarrollo de celdas y baterías de litio?

—Es un proyecto estratégico para la Universidad Nacional de La Plata por su contribución al ­desarrollo científico y tecnológico, la producción industrial y la utilización de energías limpias no contaminantes. Se trata de la primera planta de este tipo en la Argentina, a partir de la transferencia de conocimiento y la alianza con Y-TEC y el Conicet. De nuestra parte, el compromiso es seguir trabajando en este proyecto para ponerlo definitivamente en funcionamiento y, así, contribuir a que el país esté en condiciones de sumar valor agregado a este recurso natural.

—¿Cuáles son los desafíos de la UNLP para este 2024?

—Con responsabilidad y compromiso, nos mantendremos firmes en nuestra convicción de que la universidad pública es fuente de inclusión y ascenso social, pilar para el desarrollo de nuestro pueblo.

Sin universidad, ciencia y tecnología no hay futuro para el país. Por lo tanto, nos vamos a abocar a hacer las gestiones que correspondan para darle curso a cada uno de los proyectos que venimos realizando, pues estamos convencidos de que la universidad pública es una institución fundamental para el desarrollo de la Argentina.

En particular para este 2024, esperamos con los brazos abiertos a los más de 37.000 nuevos inscriptos que tenemos para el nuevo año. El hecho de que nos hayan elegido es una alegría, una muestra concreta de la importancia social de la universidad pública y una ratificación al trabajo que venimos realizando con mucho esfuerzo.