Nuevos lineamientos para el manejo de fauna silvestre en pandemia
La propuesta elaborada por especialistas argentinos está pensada para situaciones de investigación científica, comercialización, translocación, reintroducción, liberación y rescate.
Con la llegada del coronavirus, la comunidad científica puso el foco en las particularidades de la zoonosis y comenzó a desarrollar estudios para determinar cuáles son los límites de esta enfermedad, que tuvo su origen en los murciélagos.
A partir de esta premisa, los especialistas destacan la importancia de regular algunas actividades como la cacería, ya que podría ser un vector para la expansión del virus y el desarrollo de nuevas cepas.
Este lunes, la Fundación Refugio Salvaje denunció la cacería ilegal de tapires en la localidad chaqueña de Cote Lai. A esto se suma la matanza indiscriminada de cóndores y guanacos en las regiones andinas de nuestro país.
Frente a esta problemática, un equipo conformado por investigadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y los ministerios de Salud; Ambiente y Desarrollo Sostenible; y Ciencia, Tecnología e Innovación elaboraron una guía pensada para situaciones de investigación científica, comercialización, translocación, reintroducción, liberación y rescate de fauna silvestre.
“La idea es alertar sobre lo que podría ocurrir si nosotros, los seres humanos -que hoy somos el principal reservorio del virus que provoca la pandemia- le transmitiéramos este patógeno a animales silvestres y se llegara a establecer un nuevo reservorio del SARS-CoV-2 en poblaciones de la fauna que habita ambientes naturales”, explica Marcela Orozco, investigadora del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires.
Si bien se cree que el virus está vinculado ancestralmente a los murciélagos, aún no hay evidencia alguna que sustente la transmisión directa del mismo entre murciélagos y humanos. De hecho, la hipótesis principal señala que el virus habría llegado a las personas luego de pasar por un hospedador intermedio.
En Argentina, puntualmente, se confirmó la presencia del SARS-CoV-2 en dos gatos y cuatro perros, así como en un puma que se encontraba en un centro de rescate de animales silvestres.