Papá Noel vino todo el año

En el año de la pandemia, los servicios de mensajería se vistieron de rojo y blanco, como el mítico personaje navideño. Desde marzo, cuando estalló la demanda, llevan hasta la puerta de los hogares todo tipo de encargos.

Sahumerios, lámparas de sal, cargadores, artículos de sex shop, barbijos, desayunos, flores de Bach, chocolates,
alfajores, postres, aros, mermelada, hamburguesas, pulseras, gorras, con­tratos de escribanía, ropa íntima, pie de micrófono, galletitas, verduras, frutos secos, incienso, guitarra, llaveros, barra de cereal, botones y alfileres”. Nahuel Cariani (33) le mete aire a sus pulmones después de enumerar todo lo que ha transportado. Es estudiante de Educación Física y creador de BiciEnvíos, un proyecto integrado por jóvenes bikers que hacen mensajería en La Plata. Como ellos, muchos platenses encontraron en esta actividad una esperanza en medio de la crisis generada por la pandemia de coronavirus.

BiciEnvíos es una iniciativa “AHS”: Autogestiva, Horizontal y Solidaria. “Estos tres conceptos estructuran nuestro proyecto, no lo adornan”, aseguró en diálogo con diario Hoy, y añadió: “Cada uno de nosotros es el que pedalea, es el que difunde; y la ganancia es en un 100% para el bolsillo del que golpeó la puerta, del que hizo el envío. Un proyecto AHS tiene la visión y la misión de empoderar al trabajador que hace un trabajo no especializado. Somos nosotros, hagámoslo nosotros”.

Nahuel trabajó dos años para una app de envíos y durante un tiempo le permitió pagar el alquiler y las expensas. Pero llegó un momento en que la aplicación empezó a incorporar entre 30 y 40 cadetes por día y se amontonaron en las plazas o en las puertas de los comercios. Se miraban las caras y miraban la pantalla del celular, y rogaban al cielo que les cayera un envío.

AP: Antes de la pandemia

BiciEnvíos nació antes del 20 de marzo, una fecha bisagra en el calendario de los argentinos. Nahuel empezó con unas fotocopias, un volante muy chico porque no tenía ni para eso. Puso un número y una sola línea de texto: “Mandados y trámites en general”. El contexto favoreció el crecimiento y a los dos meses no daba abasto, se vio sobrepasado. Se sumó gente y hoy son cerca de 10 personas en la calle. Mandaron a hacer remeras, un símbolo que los identifique, porque a esta altura ya hay al menos una docena de proyectos autogestivos de mensajería similares.

“Para trabajar en BiciEnvíos tenés que ser heavy biker, es decir, vas a andar en bici y vas a hacer muchos kilómetros. Hacemos un promedio de 50 kilómetros por día. Este emprendimiento se da en el marco de una acción amigable con el medio ambiente porque nosotros militamos el uso de las bicicletas como transporte pero también como herramienta de trabajo”, expuso Cariani.

El proyecto orbita el casco urbano de La Plata, donde cualquier envío dentro de este radio tiene un valor aproximado de $150. El único requisito que imponen es que el envío no supere el volumen de la caja que llevan al hombro ni el peso que tolera: 10 kilos. “Si se rompe la bicicleta cuando estamos llevando un pedido coordinamos con otro biker para que finalice la entrega. Siempre llevamos inflador, pegamento y parches. Además, tenemos una lista con las direcciones de 25 bicicleterías de la ciudad, si nos pasa algo vamos a la más cercana”, concluyó Cariani.

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