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Preocupación por la pérdida de la superficie glaciar

Un estudio confirmó que en América Latina y en el Caribe la extensión de los glaciares disminuyó un 30% en menos de medio siglo.

La Organización Meteorológica Mundial publicó un novedoso informe que confirma la gravedad de la situación ambiental en todo el planeta y el avance del calentamiento global. El mismo, titulado “El estado del clima en América Latina y el Caribe 2021”, asegura que los glaciares perdieron alrededor del 30% de su superficie en menos de 50 años. A su vez, el estudio, presentado en el marco de una conferencia para los países de América del Sur en Cartagena, Colombia, sostiene que las tasas de deforestación en la región son las más elevadas desde el año 2009. Según los expertos, las principales causas de este desalentador presente son la tala indiscriminada, los deshielos, y las emisiones de gases de efecto invernadero. En lo que respecta al nivel del mar, debido a este contexto, el mismo se vio elevado, subiendo a un ritmo más rápido que a escala mundial, afectando a los acuíferos de agua dulce, erosionando las costas, inundando las zonas de baja altitud y aumentando los riesgos de mareas de tempestad.

“El informe confirma una de las hipótesis más estremecedoras, en relación a nuestra región, vinculada con el cambio climático, que es que si bien América Latina y la Argentina en particular no son grandes actores en la generación de la contaminación o de los gases de efecto invernadero que dan lugar al cambio climático, sí se encuentran entre las regiones más afectadas por esas consecuencias”, sostuvo sobre la situación el viceministro de Ambiente, Sergio Federovisky. En lo que respecta a las posibles consecuencias que trae esta situación a nivel mundial se encuentran: la pérdida de ecosistemas, la fragilidad alimentaria e hídrica y el deterioro de la salud de las personas. “Habría que reflexionar sobre cuál es el rol de los países que sí tienen relación directa, y evaluar cuál debería ser la ayuda de esos países a otras regiones que claramente son víctimas de la situación. Las medidas hasta el momento siempre han sido muy dirigidas a paliar los efectos más inmediatos y a frenar las emisiones de gases de efecto invernadero”, remarcó Federovisky.

“Los riesgos hidrometeorológicos como las sequías, las olas de calor y de frío, los ciclones tropicales y las crecidas causaron la pérdida de cientos de vidas, ocasionaron graves daños en la producción agrícola y las infraestructuras, y provocaron desplazamientos de población. La creciente subida del nivel del mar y el continuo calentamiento de los océanos siguen afectando a los medios de subsistencia, el turismo, la salud, la alimentación, la energía y la seguridad hídrica en las zonas costeras, en particular en las islas pequeñas y los países de América Central”, expresó por su parte el secretario general de la Organización Metereológica Mundial, Petteri Taalas.

Otro aspecto importante que logró demostrar el estudio es el calentamiento de la temperatura en América Latina y el Caribe, que pasó de 0,1 grados por década entre 1961 y 1990 a 0,2 grados por década entre 1991 y 2001. Esto trajo importantes sequías.

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