Tras conocerse el primer caso de reinfección en la región, habló el director del Hospital

Patricia Iribarren, la enfermera de 53 años que trabaja en el Hospital Cestino de Ensenada y en una clínica privada de Quilmes, la inmunidad al coronavirus le duró pocos meses.
Tal como anticipó este diario, la trabajadora contrajo el virus en abril, se sometió al aislamiento, se curó, y logró volver a trabajar en el mes de mayo tras confirmarse el resultado negativo. Sin embargo, casi cuatro meses después, Iribarren confesó el viernes que la inmunidad le duró poco. Es que durante la última semana de agosto comenzó a sentir otra vez síntomas, se sometió a un hisopado y el viernes dio positivo.

Ante la magnitud de la noticia, el director del Hospital Horacio Cestino de Ensenada, donde Iribarren cumple funciones, accedió a recibir al diario Hoy y confirmó que a la enfermera se le volvió a diagnosticar coronavirus por segunda vez en cuatro meses, y que está nuevamente aislada.

“Los pacientes que dan positivo, incluso el personal del Hospital, se someten al aislamiento. Esto es en centros de aislamiento o en domicilio, y se va controlando con el sistema de la secretaría de salud municipal de cada ciudad”, explicó Roque Gutiérrez, el director del Hospital en donde trabajan cerca de 400 personas. En dicho centro sanitario hay 53 camas de ocupación para internación, y se volvió a aislar a las personas que tuvieron contacto estrecho con la enfermera que se volvió a contagiar.

“Los protocolos van cambiando. En un momento tenían que tener dos hisopados negativos. Después, si ya son casos leves, solamente luego de los 10 días, y si están asintomáticos, ya tendrían el alta epidemiológica. Más tarde, recién tendrían el alta laboral si es que fueron pasados por ART”, explicó Gutiérrez.

El doctor, que también es especialista en traumatología, reconoció que en el Cestino hay solo dos pacientes internados en la Terapia Intensiva con coronavirus. “Se sabe muy poco acerca de la inmunidad, qué tipo de inmunidad deja o tipo infectológico. Como lleva poco tiempo esta enfermedad, nadie puede sacar conclusiones de lo que es mejor o peor”, dijo.

A todo esto, la enfermera Iribarren permanece aislada en su casa de Los Hornos, y desde allí se contactó con este diario para manifestar que nota una gran diferencia entre trabajar en “el ámbito privado”, que hacerlo en un hospital público.