CULTURA

Un adiós con champagne

Antón Chéjov fue uno de los mayores escritores rusos de todos los tiempos.

Decía que la medicina era su esposa y la literatura su amante. El escritor ruso Antón Chéjov siguió ejerciendo la medicina hasta el final de sus días. Como médico, no necesitó que un colega lo revisara para saber que aquel 15 de julio de 1904 era el último día de su vida.

Ya era el atardecer cuando se incorporó en la cama y diagnosticó: “Ich sterbe (me muero)”. Llamó a Olga Knipper, su esposa y le pidió una copa de champagne. Se quedó mirando un momento esas burbujas doradas. Cuando vació la copa, sonrió a su esposa, y tomado de la mano de ella, se durmió para siempre.

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