Un barrio, una historia y una misión: evitar que los desalojen
Veinte familias que viven en el complejo de 17 y 529 resisten ante el intento de ser retirados del lugar donde viven desde hace veinte años. Es una esquina muy tradicional de La Favela, frente a los monoblocks, que se pensó para la construcción de un geriátrico.
En el medio del mes de mayo y en la semana previa al día de la Revolución, otro barrio de La Plata se levantó para reclamar y luchar ante un intento de desalojo en una esquina con mucha tradición y llena de misterios urbanos.
El miércoles a la mañana, los integrantes de veinte familias que viven en la esquina de 17 y 529 salieron a la calle con pancartas para oponerse a una medida de desalojo en una edificación construida a finales del siglo pasado para que funcione un geriátrico.
Con el paso de los años, el proyecto quedó estancado, el lugar para hospedar a los abuelos nunca se terminó y, entre los espacios y habitaciones que se habían empezado a construir, muchas personas afectadas por la crisis del 2001 comenzaron a realizar sus propias viviendas.
Se trata de un lugar lleno de misterios, cuyo ingreso principal invita a pensar lo que hay en su interior, ya que desde la vereda se deja ver un pasillo interminable, con recovecos, divisiones para subir escaleras y casi una especie de sala inicial de bienvenida que habría sido pensada para recibir a los abuelos.
La enorme edificación tiene forma de un hospital modesto que nunca se terminó y está justo enfrente del complejo de viviendas denominado monoblocks, por donde trascurrieron cientos de historias y leyendas urbanas de La Plata.
Se trata de una zona en el corazón del barrio La Favela, que fue creciendo en los últimos veinte años, pero que en las décadas del 70, 80 y parte de los 90, era considerada una de las más peligrosas de La Plata.
De acuerdo a lo expresado a este diario, hay más de 15 niños, doce adultos y algunos abuelos viviendo en los espacios que quedaron sin ocupar dentro de la construcción, que además está a menos de cien metros del club de fútbol infantil La Plata V.
Allegados a las personas que formaron parte del reclamo de la propiedad que habría entrado en un proceso de sucesión confirmaron que pretenden recuperar la vivienda, cuyas habitaciones se extienden tanto por 529 desde 17 hacia 16, como por 17 unos metros hacia la zona de 528.
Si bien muchas de las personas que viven en el interior de esta propiedad tienen trabajo formalizado y cuentan con ingresos, ante la consulta de este medio confirmaron que les resultaría muy dificultoso pensar en tener que salir a alquilar en otra zona de La Plata dado el valor de los inmuebles en este barrio o en otros de la capital provincial.
“No tenemos opciones más que resistir en el lugar. Acá estamos instalados como una comunidad, y vivimos en armonía. No hay problemas entre nosotros y la gente que fue llegando o se fue sumando aceptó las normas de convivencia. Tenemos un montón de chicos a cargo”, señaló el papá de uno de los nenes que viven en este lugar.
Cabe recordar que esta semana se había generado una manifestación con similares características en 1 y 520, en donde familias que viven en la zona de El Nuevo Barrio Mercadito habían salido a la calle a quemar gomas y reclamar por la falta de agua y algunos servicios que según expresaron, no están en la zona desde noviembre del año pasado.