cultura
Un hombre que sigue siendo un símbolo
Fidel Castro es una de las figuras políticas más polémicas de la historia latinoamericana, cuyo recuerdo sigue despertando pasiones extremas.
En el cementerio de Santa Ifigenia –en Santiago de Cuba-, están enterradas las dos figuras mayores de la historia de Cuba: José Martí –el poeta que murió combatiendo en 1895- y Fidel Castro –el gran constructor de la revolución cubana.Son dos muertos que permanecen vivos en esa isla del Caribe.
Fidel Alejandro Castro Ruz, nació en la provincia de Oriente, el 13 de agosto de 1926, hijo de padres gallegos. Fue educado por los jesuitas y se recibió de abogado en La Habana. Tenía 27 años cuando con un grupo de guerrilleros quiso tomar el cuartel Moncada –donde hoy funciona una escuela-, en Santiago de Cuba. Cayó preso. Su alegato fue publicado con el título: “La historia me absolverá”. Se exilió en México. Una idea lo obsesionaba, volver a Cuba para derrocar a la dictadura de Fulgencio Battista. El 2 de diciembre de 1956, volvió a su patria, desembarcando del yate Granma con 81 guerrilleros. Del primer combate posterior al desembarco solo sobrevivieron 15. Tomaron como base de operaciones Sierra Maestra, una cadena montañosa que abarca tres estados –Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo-.
El 16 de abril de 1961. Fidel declaró que la cubana era la “revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes”. Y que por esa revolución estaba, como todos los cubanos, dispuesto a dar la vida. Al día siguiente tuvo la oportunidad de demostrar la verdad de esas palabras. El 17 de abril ocurrió la invasión de Bahía de los Cochinos. Se pudo ver a Fidel Castro en la primera línea de fuego, conduciendo un tanque.
Quiso darle un carácter latinoamericano a la revolución instaurada el 1° de enero de 1959, no buscando exportarla sino ayudando a los países de la región a llevar adelante su propio proceso emancipador. Como respuesta, Cuba fue expulsada de la OEA, y todos los países de la región –salvo México- rompieron relaciones diplomáticas con la Isla. Argentina recién recompondría vínculos, en el último gobierno de Perón, quien mantuvo excelentes relaciones diplomáticas y económicas con la revolución.
El 18 de mayo de 1895, poco antes de morir en combate, José Martí escribió a su amigo Manuel Mercado, que era su deber luchar por la independencia de Cuba para impedir “que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”. Por esa razón, antes que marxista, Fidel Castro se consideraba martiano.
Gracias al liderazgo de Fidel Castro, Cuba resistió el permanente acoso norteamericano –pese a estar a solo 144 kilómetros de sus costas– , incluyendo cerca de 600 atentados contra su vida –la mayoría de los cuales fueron planeados por la CIA-. Fidel fue un factotum del Movimiento de Países No Alineados, consejero de los movimientos independentistas del mundo entero, contribuyendo al proceso de descolonización de varias naciones de Asia y África.
En la última oleada de gobiernos progresistas en nuestra región, Fidel fue aliado de los distintos presidentes –Hugo Chavez, Evo Morales, Rafael Correa, Lula, José Mujica y los Kirchner-.Fidel apoyó activamente el NO al Área de Libre Comercio, y alentó el fortalecimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Unión Suramericana de Naciones y el Mercosur. Su último viaje internacional, como presidente de Cuba, fue a una cumbre del Mercosur, celebrada en 2006, en Córdoba.
Según Eduardo Galeano, fue por la energía contagiosa de Fidel que Cuba pasó de colonia a patria, haciendo que “a pesar de todos los pesares, a pesar de las agresiones de afuera y de las arbitrariedades de adentro, esta isla sufrida pero porfiadamente alegre ha generado la sociedad latinoamericana menos injusta”. Este hombre de tozuda voluntad y lucidez política implacable, que encarnó el sacrificio y la esperanza de un pueblo entero, murió el 15 de noviembre de 2016. Pero sigue vivo.
