Brasil: avanza la investigación por el intento de golpe de Estado
Ridauto Lucio Fernandes, el general retirado bolsonarista, es investigado por participar del asalto a las sedes del gobierno de Brasilia el 8 de enero.
La investigación por el intento del golpe de Estado del 8 de enero contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva llegó este viernes al nivel del generalato del Ejército, con el allanamiento en la vivienda del general retirado Ridauto Lucio Fernandes, exdirector de Logística del Ministerio de Salud del gobierno de Jair Bolsonaro, que está acusado de ser uno de los organizadores del asalto masivo para destruir el Congreso, el Palacio del Planalto y el Supremo Tribunal Federal. Este viernes, asimismo, Lula fue ingresado al hospital Sirio Libanés de Brasilia para la colocación de una prótesis destinada a combatir los dolores en la cadera.
La Policía Federal informó en un comunicado que lanzó en Brasilia una operación para realizar un allanamiento en la fase 18 del Operativo Lesa Patria que lleva adelante el Supremo Tribunal Federal para investigar la intentona perpetrada por seguidores de Bolsonaro en enero, cuando se cumplía una semana del gobierno de Lula. Por la intentona, ya fueron condenados a penas de hasta 17 años de prisión cuatro manifestantes de los 1.390 acusados de llevar adelante el delito de intento de abolición del Estado de Derecho.
Según fuentes de la causa, el militar investigado es general de brigada retirado especialista en comandos especiales que participó del asalto a Brasilia el 8 de enero y lo documentó en videos que él mismo realizó comentando cómo los golpistas invadían la sede de los poderes. La Corte Suprema determinó el bloqueo de las cuentas del general Fernandes, quien trabajó en el Ministerio de Salud al lado del general Eduardo Pazuello, el controvertido jefe militar que puso Bolsonaro para administrar la pandemia de la Covid-19 y en cuya gestión la ciudad de Manaos se quedó sin oxígeno en los hospitales por falta de planificación.
De acuerdo con fuentes de la investigación, el general de brigada retirado está acusado de formar parte de un grupo de oficiales de alto rango que proporcionaron organización táctica y provisión de material para los ataques a las sedes de los poderes.
El general Ridauto está vinculado al bolsonarismo militar e incluso fue una de las 73 personas que visitaron en prisión al exedecán y exsecretario privado de la presidencia de Bolsonaro, Mauro Cid, el teniente coronel que, para quedar en libertad, hizo un acuerdo de delación premiada.
Cid contó a la Policía Federal que Bolsonaro reunió a los jefes militares en noviembre para consultarlos sobre dar un golpe de Estado utilizando artilugios constitucionales e interpretaciones para anular la elección ganada por Lula.
Segú Cid, el único que estuvo de acuerdo fue el entonces jefe de la Armada, almirante Almir Garnier. El diario Valor Económico reveló que Cid contó que el entonces jefe del Ejército, general Freire Gomes, dijo que, si Bolsonaro ejecutaba el plan, iba a tener que detenerlo por violar la Constitución. La advertencia no fue desmentida por los protagonistas.