Caos en Guatemala: quemaron el Congreso

Los manifestantes salieron a las calles luego de aprobarse el Presupuesto 2021, que prevé el aumento de la deuda pública

La crisis social y política en Guatemala tuvo una fuerte escalada tras la aprobación del Presupuesto 2021 en el Congreso, donde se prevé una importante deuda pública. Ante ello, manifestantes salieron a las calles y hasta incendiaron la sede del Palacio Legislativo, a la vez que exigieron la renuncia del presidente, Alejandro Giammatei.

El Congreso aprobó el endeudamiento el pasado miércoles, y desde entonces comenzaron las protestas en las calles del país centroamericano, donde hubo enfrentamientos con la Policía Nacional. Según señalaron los medios locales, cada ciudadano deberá 1.690 dólares con la entrada en vigor del Presupuesto.
Incluso el vicepresidente guatemalteco, Willy Castillo Reyes, pidió al presidente hacer efectiva la renuncia de ambos, por lo “insostenible” de continuar bajo esas condiciones a cargo del poder.

“Ante distintas decisiones de Gobierno que afectan intereses de la población, solicité al Presidente Giammattei presentar nuestra renuncia irrevocable y que una instancia de personas notables proponga al Congreso las ternas respectivas. Insostenible continuar en estas condiciones”, especificó Castillo Reyes.

En ese orden, durante la reunión, el vicepresidente pidió al primer mandatario “desintegrar Centro de Gobierno y otras instancias, vetar el Presupuesto 2021, evaluar la destitución de cuestionados funcionarios de Gobierno y tener mayor acercamiento a sectores del país para escuchar sus propuestas”.

El presidente no dio respuestas sobre ello y se dedicó a señalar a los manifestantes. “Reitero que se tiene el derecho de manifestar conforme la ley. Pero tampoco podemos permitir que se vandalice con la propiedad pública o privada. Al que se le compruebe su participación en estos hechos delictivos les caerá todo el peso de la ley”, aseguró Giammattei.

Según los registros internacionales, más de la mitad de la población vive bajo la línea de pobreza, por lo que la reacción ante un Presupuesto de ajuste y endeudamiento fue la furia de los ciudadanos.

Cuando los manifestantes se acercaron a la sede del Palacio Legislativo, en la capital, llegaron los grupos policiales antidisturbios y comenzó la represión, donde arrojaron gases lacrimógenos para dispersar a los protestantes.

Con la llegada de los bomberos al local, se logró controlar el incendio. Los manifestantes se diseminaron por el centro cívico y la Policía siguió arrojando gases. Esta aseguró que actuó “con la finalidad de proteger a los ciudadanos que de forma pacífica participan en una manifestación”.

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