El Estado Islámico reivindicó el ataque contra otro vehículo de talibanes en Afganistán

Un camión que transportaba a combatientes talibanes fue atacado por una explosión hoy en Jalalabad, cerca de la frontera con Pakistán, y si bien en principio no se confirmó que haya habido muertos, varios ocupantes del vehículo debieron ser trasladados al hospital.

El hecho ocurrió a menos de 24 horas de un ataque similar en esta ciudad del este de Afganistán, indicaron medios locales. Según un periodista, el ataque produjo en un intercambiador vial en dirección a la capital Kabul, informó la agencia de noticias AFP.

El grupo Estado Islámico en Afganistán (EI-K), principal rival de los talibanes, reivindicó los ataques cometidos ayer y hoy contra el movimiento islamista en la ciudad afgana de Jalalabad, informó su órgano de propaganda Amaq a través de un comunicado.

Además, afirmaron ser el autor de "tres atentados con bomba separados" contra tres "vehículos de los talibanes" ayer en Jalalabad, y de otro "ataque con bomba" hoy contra "un vehículo de los talibanes" en esta gran ciudad del este de Afganistán.

Ayer, al menos dos personas murieron y otras 19 resultaron heridas en varios ataques con explosivos en Jalalabad, los primeros desde la retirada total de las tropas estadounidenses.

En tanto, el vocero de los talibanes en la ciudad de Kunduz, Matiula Ruhani, pidió hoy más ayuda a "toda la comunidad internacional", tras subrayar que "no son terroristas", sino que "han traído la paz" al país centroasiático.

Kunduz, en el norte de Afganistán, fue capturada por el grupo islamista el 8 de agosto en el inicio de la ofensiva relámpago que llevó a los talibanes a tomar el control de todo el territorio tras la conquista de Kabul apenas una semana después.

Ruhani explicó que esta ayuda podría adoptar la forma de inversiones o proyectos de reconstrucción, o "cualquier tipo de apoyo humanitario para el gobierno o los ciudadanos de Afganistán".

Asimismo, criticó a la comunidad internacional por apoyar a lo que describió como un "gobierno corrupto" en Afganistán durante los últimos 20 años pero detener la ayuda tan pronto como los talibán accedieron al poder.No obstante, evitó comentar acerca de las controvertidas políticas que los talibanes emprendieron hacia las mujeres, limitándose a señalar que el grupo valora a todos los ciudadanos, mujeres y hombres, por igual.

Actualmente, los gobiernos de todo el mundo están sopesando la mejor manera de tratar al grupo, conscientes del pésimo historial de Derechos Humanos que les precede, al tiempo que se están esforzando en aliviar el creciente desastre humanitario al que se enfrenta el país.

Al respecto, la Comisión Independiente para los Derechos Humanos de Afganistán (Cidha) anunció oficialmente ayer la suspensión de sus actividades ante la imposibilidad de llevarlas a cabo en la práctica desde el 15 de agosto, fecha en la que los talibanes tomaron Kabul.

La organización denunció en un comunicado el "desprecio continuo por los Derechos Humanos" de los talibanes y citó como ejemplos los ataques a defensores de DDHH y "violaciones flagrantes del Derecho Internacional Humanitario".

"La dirección de la Cidha tiene escasa confianza en que un gobierno talibán respete las funciones y la independencia de la Cidha", argumentó.En particular menciona las "restricciones" impuestas por los talibán a la actividad laboral de las mujeres y su participación en la vida pública.  

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