El papa Francisco celebró su cumpleaños número 86 con un pedido en favor de los pobres

El Sumo Pontífice distinguió a tres personas que trabajan con los más necesitados. Pidió tener “cercanía” con los pobres y no “beneficencia”.

En el marco de la celebración de su cumpleaños 86, el papa Francisco distinguió con el premio María Teresa a tres personas que trabajan con los más necesitados y pidió tener “cercanía” con los pobres y no hacer “beneficencia”. “Cristiana es cercanía, caridad con oración. Eso es bueno”, dijo el Sumo Pontífice.

Los tres distinguidos por el papa en el día de su cumpleaños fueron el sacerdote franciscano sirio Hanna Jallouf, el representante de los sin techo Gian Piero “Wué” y el industrial italiano Silvano Pedrollo, a quienes les entregó una pequeña escultura destinada a ser un signo de gratitud hacia los que se ocupan de los más pobres.

Con agenda normal, durante la mañana del sábado el papa recibió además a los cardenales Marc ­Ouellet y Marcello Semeraro, al obispo italiano Fabio Dal Cin, al presidente esloveno Robert Golob y a seminaristas de la Diócesis de Roma. Tras una audiencia de media hora, Golob le regaló al papa una camiseta de Andrés Vombergar, futbolista de origen esloveno que juega en San Lorenzo de Almagro y representa a la selección del país europeo. Cerca del mediodía, Jorge Bergoglio cerró su agenda oficial con una audiencia a los participantes del Concierto de Navidad que organiza este año el Vaticano.

Uno de los primeros líderes en saludarlo fue el presidente italiano Sergio Mattarella, quien a través de una nota oficial le envió los “más sinceros y cordiales deseos de ­bienestar personal y de larga y provechosa continuidad de su alto magisterio”. Unas horas previas a su cumpleaños, la Oficina de Prensa de la Santa Sede difundió el mensaje del papa para la Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1º de enero de 2023, y que fue firmado el 8 de diciembre pasado.

“Después de haber palpado la fragilidad que caracteriza la realidad humana y nuestra existencia personal, podemos decir que la mayor lección que nos deja en herencia la Covid-19 es la conciencia de que todos nos necesitamos. De que nuestro mayor tesoro, aunque también el más frágil, es la fraternidad humana”, dijo Francisco.

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