En Grecia, un incendio arrasó con un campo de refugiados

Un gran incendio destruyó ayer a la madrugada el hacinado campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, obligando a evacuar a sus más de 12.000 habitantes.

Según la ONG Stand by Me Lesvos, entre el 35% y el 40% del campo quedó totalmente destruido. El fuego arrasó las carpas y contenedores donde viven los migrantes, en un campo que fue construido hace cinco años para albergar a menos de 3.000 personas, y que creció sin control.

“Los incidentes en Moria los empezaron solicitantes de asilo debido a la cuarentena impuesta”, dijo el ministro Notis Mitarachi, quien aseguró que no hay heridos graves.

Las llamas fueron controladas por los bomberos, aunque tuvieron problemas para trabajar, no solo por las explosiones, sino porque, además, algunas personas les arrojaban piedras.

La televisión pública griega mostró imágenes de refugiados, incluidos niños, moviéndose por el campo en busca de sus pertenencias, pese a que en algunos puntos sobrevivían las llamas.

Miles de personas huyeron del campo inmediatamente después del estallido del incendio y se dirigieron hacia la capital de Lesbos, Mitilene, pero las autoridades de la isla desplegaron un fuerte dispositivo policial que bloqueó la ruta de acceso.

En tanto, el gobierno griego anunció que declarará el estado de emergencia y que prohibirá la salida de la isla de todas las personas que vivían allí para “evitar la propagación del ­coronavirus”.