Estados Unidos e Irán, sin acuerdo nuclear

El máximo líder iraní, el ayatolá Alí Jamenei, advirtió que la república islámica no cumplirá con los compromisos asumidos en el pacto para sacar el uranio de su país hasta que la nación norteamericana no levante las sanciones económicas en su contra.

El máximo líder de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, aseguró que no cumplirán con los compromisos asumidos en el acuerdo nuclear hasta que la Casa Blanca no levante “totalmente” las sanciones económicas en su contra. Por su parte, el flamante presidente estadounidense Joe Biden destacó que mantendrá esta medida de fuerza hasta que la república islámica deje de enriquecer uranio.

De acuerdo a Jamenei, Irán es el único país con derecho a fijar las condiciones del Plan de Acción Integral Conjunto firmado en 2015.

“Si quieren que Irán regrese a sus compromisos, Estados Unidos debe levantar todas las sanciones en la práctica, entonces haremos la ­verificación y veremos si las sanciones se levantaron correctamente, y entonces volveremos a nuestros compromisos”, sostuvo el líder supremo.

El acuerdo, firmado en conjunto con países como China, Rusia, Francia, Alemania y Reino Unido, establecía que la república iraní congelaría su programa nuclear y sacaría del país su uranio (elemento central para el eventual desa­rrollo de bombas nucleares) a cambio de que la comunidad levantara las sanciones comerciales y financieras que perjudicaban su economía.

Si bien el programa dio frutos durante los primeros años, la decisión del expresidente Donald Trump de alejarse del mismo llevó a un incumplimiento por parte del resto de las naciones.
Desde su asunción, Biden ha sido crítico con las medidas adoptadas por su predecesor, aunque aún no está claro qué camino adoptará en relación al acuerdo nuclear.

A partir de 2021, Irán inició una campaña de amenazas con el fin de presionar al gobierno liderado por el candidato demócrata para que reduzca las sanciones sin precedentes de Trump.

Además de expulsar a sus inspectores nucleares, la república islámica comenzó a redoblar sus maniobras militares, las cuales derivaron en el lanzamiento de misiles en el golfo de Omán.

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