Heridos y detenidos tras una masiva protesta contra la reforma jubilatoria en Francia

El gobierno de Macron quiere llevar la edad de jubilación a los 64 años. Según la CGT, se movilizaron 2,8 millones de personas en todo el país

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, está decidido a avanzar con la reforma jubilatoria y llevar la edad mínima a 64 años (hoy 62) con 43 años de aportes, lo que despertó masivas protestas en todo el país. La última de este martes movilizó a millones de personas y terminó con heridos y detenidos tras disturbios en la capital, París.

Los sindicatos franceses, nucleados en la CGT, unificaron las demandas en todo el territorio y aseguraron que nuclearon a 2,8 millones de personas, todo un récord. La marcha en París registró algunos choques con las fuerzas de seguridad, que terminaron con 23 detenidos. El gobierno desplegó 11.000 agentes de la Policía en el país, de los cuales 4.000 se concentraron en la capital.

Según señaló Le Monde, la intersindical planteó la idea de una movilización en las refinerías los días 6, 7 y 8 de febrero, contra el proyecto de reforma de las pensiones. “El momento crucial será la semana que viene”, aseguró el sindicalista Eric Sellini, coordinador de TotalEnergies.

“Aquí es donde veremos si el cambio se hace o no, si los empleados están listos para seguirnos en la consigna de renovación” , explicó el gremialista, cuyo sindicato lideró la dura huelga en las refinerías de TotalEnergies en el otoño.

En cuanto a los trabajadores públicos que se sumaron a la huelga, los docentes lo hicieron en menor cantidad, siendo uno de cada cuatro maestros, según el gobierno.

Los manifestantes piden que el Ejecutivo dé marcha atrás a endurecer las condiciones para acceder a una pensión completa, pero la primera ministra Élisabeth Borne ya advirtió que el retraso a 64 años “no era negociable”.

“Estamos viviendo un día histórico. El señor Macron está seguro de perder”, dijo el líder de la Izquierda Jean-Luc Mélenchon, que reclamó un “referéndum” sobre el proyecto.

Con el rechazo ya anunciado del frente de izquierda Nupes y de la extrema derecha, el gobierno espera lograr el apoyo clave en el Parlamento del partido de derecha Los Republicanos, favorable a una reforma, pero dividido sobre si sostener la actual.

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