Israel autoriza la entrada diaria de dos camiones con combustible a la Franja de Gaza

El país está bajo presión internacional.

Israel autorizó la entrada diaria de dos camiones con combustible a la Franja de Gaza, en un anuncio que no logró satisfacer a la ONU, que demanda una provisión mayor para hacer funcionar los generadores eléctricos de los hospitales y distribuir ayuda, y que generó el enojo de algunos de los funcionarios israelíes de línea más dura, que ven la decisión como un “regalo humanitario” al movimiento islamista palestino Hamás.

La medida, pedida por Estados Unidos, pretende “permitir el mantenimiento mínimo necesario de los sistemas de agua, alcantarillado y saneamiento para evitar pandemias que podrían extenderse a toda la zona, perjudicando a los residentes de la Franja, así como a nuestras propias fuerzas y, potencialmente, extendiéndose también a Israel”, informó el gabinete de guerra israelí.

“Esta acción permite a Israel el espacio de maniobra internacional necesario para eliminar a Hamás”, agrega el comunicado. Israel está bajo una creciente presión internacional para aliviar el asedio que mantiene sobre el enclave, ya que la ONU advirtió esta semana que su labor de ayuda en el territorio palestino devastado por la guerra se estaba paralizando a medida que se agotaban las reservas de combustible, necesario para hacer funcionar los generadores eléctricos y distribuir la ayuda humanitaria.

En ese marco, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (Unrwa) alertó más temprano que si no accede a la cantidad que necesita, comenzaría a interrumpir sus trabajos de saneamiento en las escuelas, donde hay unas 830.000 personas que huyeron de los combates.

La organización recibió esta semana 23.000 litros de combustible a través del paso de Rafah, que une la Franja de Gaza con Egipto, pero indicó que necesita al menos unos 160.000 litros por día para funcionar.

La agencia informó ayer que ya no podrá coordinar la distribución de ayuda a causa de los cortes de las comunicaciones, también provocados por la falta de combustible para los generadores.

“No tenemos electricidad, agua potable ni comida (...) Miles de mujeres, niños, enfermos y heridos están en peligro de muerte”, declaró el vocero del Ministerio de Salud de Hamás, Ashraf al Qidreh.

Pese a esta situación, los ministros israelíes de extrema derecha Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir criticaron la decisión sobre el envío de combustible y el primero escribió al primer ministro, Benjamin Netanyahu, para exigirle que cada partido de la coalición tuviera un representante en el gabinete de guerra de cinco miembros, informó el diario local Times of Israel.

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