La Corte Suprema rusa ordenó el cierre de la ONG Memorial
La histórica ONG Memorial, defensora de los derechos humanos y que documentó por décadas las purgas estalinistas, es contraria al Kremlin y a Putin.
En el día de ayer, la Corte Suprema Rusa le dio el golpe final a la histórica ONG Memorial, al ordenar su cierre definitivo. Se trata de una de las organizaciones de defensa de los derechos humanos más antiguas y destacadas del país, víctima de una decisión que generó indignación en la opinión pública. Es un fallo que se convierte en el paso más reciente en la represión contra los activistas de los derechos, los medios de comunicación independientes y los partidarios de la oposición
El mes pasado, la fiscalía general solicitó a la Corte Suprema que revocara el estatus legal de Memorial, un grupo internacional de derechos humanos que saltó a la fama por sus estudios sobre la represión política en la Unión Soviética y que actualmente engloba a más de 50 grupos más pequeños en Rusia y el extranjero.
El tribunal falló ayer a favor de la fiscalía, que durante la audiencia acusó a la organización de “crear una imagen falsa de la URSS como un estado terrorista, que blanquea y rehabilita a los criminales nazis”. En respuesta a este fallo, una multitud importante se congregó frente al Palacio de Justicia al grito de “vergüenza”, pero rápidamente fueron reprimidos y algunos encarcelados.
La otra cara del trabajo de la ONG Memorial
Memorial ha documentado durante tres décadas las purgas de la época estalinista y después la represión de la Rusia contemporánea de Vladimir Putin, de la que ella misma ha terminado siendo víctima. La orden de cierre puede ser el golpe de gracia para esta organización convertida en símbolo de la democratización de los años 1990 y en redoble final de un año 2021 marcado por la represión del Kremlin contra sus detractores. Durante su existencia, Memorial no dejó de llamar la atención a las autoridades, ganándose la enemistad de numerosos responsables y siendo víctima de represalias que llegaron al asesinato.
Fundada en 1989 por disidentes soviéticos, entre ellos el premio Nobel de la Paz, Andréi Sájarov, la organización era respetada por sus investigaciones rigurosas de los crímenes estalinistas hasta los abusos en Chechenia. En 2009, el Parlamento Europeo la premió con el premio Sájarov para la Libertad de Conciencia, bautizado así en honor a su distinguido cofundador. En uno de sus últimos trabajos, en marzo, la ONG identificó y denunció por crímenes de guerra en Siria a paramilitares de la organización Wagner.
Según sus fundadores, Memorial empezó su actividad antes de su creación oficial en 1989 con el objetivo de dar nombre y recordar a los millones de las víctimas olvidadas de la represión soviética.