La ONU recaudó 2.700 millones de dólares contra el hambre pero advierte que faltan recursos

Las estimaciones del organismo señalan que se requieren unos 7.000 millones de dólares para combatir la hambruna a nivel mundial.

El combate contra el hambre a nivel mundial es una tarea titánica que se complejiza cada vez más con el estallido de guerras y problemáticas ambientales en todo el globo. Para ello, se requiere de una enorme cantidad de recursos económicos, y en la jornada de ayer la ONU recaudó casi la mitad de los fondos necesarios.

Es que la comunidad internacional se comprometió en la ONU a donar 2.400 millones de dólares, casi la mitad de los 7.000 millones requeridos. Según se especificó, esos fondos de destinarán para paliar la hambruna en el Cuerno de África, provocada por una sequía histórica y los conflictos armados que afectan a Etiopía, Eritrea, Somalia, Yibuti, Kenia y Sudán.

Según la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA), “se ha evitado la hambruna” gracias a los esfuerzos de las comunidades locales, las organizaciones humanitarias y el apoyo de los donantes.

En tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, convocó a la comunidad internacional a movilizarse y financiar “programas humanitarios” para evitar que la “gente muera” de hambre en la zona más afectada.

“Sin una importante inyección inmediata de fondos, las operaciones de emergencia se paralizarán y la gente morirá”, alertó el diplomático en la apertura de la conferencia organizada por Italia, Catar, el Reino Unido y Estados Unidos.

La OCHA ofreció algunos datos impactantes: más de 32 millones de personas en Etiopía, Kenia y Somalia dependen de ayuda humanitaria para sobrevivir, tras la peor sequía en 40 años como consecuencia de la escasez de lluvias en los últimos cinco años. Solo en el caso de Somalia, la sequía provocó la muerte de 40.000 personas, siendo la mitad menores de cinco años.

Por eso, con el dinero recaudado se proveerá a la región de alimentos, agua, cuidados médicos, nutritivos y servicios de protección a las comunidades más afectadas por una combinación de eventos como una sequía histórica, conflictos políticos y crisis económica.

“Ahora, más que nunca, a medida que las necesidades humanitarias globales aumentan, nuestra acción no puede limitarse a cubrir las necesidades más inmediatas, sino que hay que buscar soluciones adaptadas y evitar un deterioro”, dijo el vice primer ministro del gobierno italiano y canciller, Antonio Tajani, en la conferencia.

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