Lo que dejó el primer año de Gabriel Boric como presidente de Chile

El joven mandatario enfrentó varios desafíos, algunos con buenos resultados y otros no tanto. La reforma de la Constitución, una deuda.

Se cumple el primer aniversario de la presidencia del izquierdista Gabriel Boric como presidente de Chile, un camino que lo enfrentó a varios desa­fíos, en algunos de los cuales tuvo buenos resultados, aunque en otros se puede hablar de fracaso.

Como ejemplo de esto último resultan los cinco cambios en el gabinete que realizó esta semana, luego de que el Parlamento rechazara la reforma de impuestos que impulsó desde el Ejecutivo.

Un informe del periodista Alfre­do Follonier señala que el primer golpe que recibió el gobierno de Boric fue la salida de la ministra del Interior y una de sus más fieles funcionarias, Izkia Siches, a solo seis meses de iniciada la gestión.

Luego de una serie de errores, el motivo que la llevó a la renuncia fue cuando intentó visitar al padre de un comunero mapuche asesinado en noviembre de 2018 por la Policía, ya que al llegar fue recibida con disparos por parte de miembros de la Coordinadora Arauco Malleco, por lo que tuvo que retirarse del lugar.

Este y otros episodios calificados como “errores” se relacionan “con la inexperiencia de una nueva generación que ingresa a la política institucional y que tiene una altísima exposición”, según explicó Marcelo Mella, politólogo de la Universidad de Santiago de Chile.

“Esa condición de nuevos liderazgos con experiencia en el Poder Legislativo, pero nula en el Ejecutivo, determina que, en situaciones donde existe una gran presión de los medios o la opinión pública, aparezcan tonos o mensajes inadecuados y terminan siendo contraproducentes, porque desvían la atención de la opinión pública de lo que es realmente importante”, señaló el experto.

El especialista también evaluó algunas situaciones o comportamientos del presidente en el ámbito internacional que causaron recha­zo o malestar en la opinión pública y fuertes críticas de la prensa y la oposición.

“Ha existido una seguidilla de situaciones que terminan siendo contraproducentes con el interés del gobierno, tienen un impacto en la opinión pública y en las encuestas”, señaló Mella.

Uno de los objetivos que el presidente no pudo alcanzar fue avanzar con una reforma de la Constitución, tema que formó parte de la campaña presidencial. Su proyecto fue rechazado y hasta tuvo algunos conflictos internos por él.

En la parte de los logros, el joven mandatario puede anotar haber alcanzado un superávit fiscal del 1,1% del PBI, siendo el mejor resultado desde 2011 y que le dejó una imagen positiva del 30%.

También fue destacado el aumento al salario mínimo que, según remarcó el politólogo, fue “impulsado por el gran trabajo de la ministra de Trabajo y Prevención Social, Jeanette Jara, que es militante del PC”.

“Consiguió un acuerdo transversal del que forman parte la Central Única de Trabajadores (CUT) y organizaciones empresariales, con un aumento del salario en 14,3%, el reajuste más alto en los últimos 29 años”, dijo Mella.

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