Otro drama humanitario: cientos de migrantes quedaron varados en un muelle de España

En menos de una semana, 3.100 personas llegaron a las islas Canarias a bordo de barcazas y botes de altísimo riesgo con la intención de ingresar al continente europeo desde África, lo que generó una explosión de migrantes. Es que, por la alta demanda, no quedaron espacios de alojamiento y unas 200 personas quedaron durmiendo en un muelle de Tenerife.

Se trató de un total de 13 botes que llegaron a las islas, pero la denominada El Hierro fue destino de seis de cada diez personas, lo que generó diversas complicaciones. Vale marcar que más de 102.000 refugiados han intentado alcanzar Europa por mar desde Túnez en lo que va de 2023, un aumento del 260%, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Según reportaron los medios españoles, las autoridades llevan a cabo derivaciones ágiles, con el traslado de los inmigrantes en un plazo de 24 horas a centros de otras islas. Por ejemplo, solo este sábado, 548 personas fueron trasladadas en un barco a otras islas para liberar espacio para los que pudieran llegar luego.

Pero esas acciones no son suficientes por la masiva llegada de migrantes, por eso cientos de ellos tuvieron que dormir en el suelo y con frío en el muelle de Los Cristianos, porque no había plazas disponibles en los centros de atención en los que se quedan durante las primeras 72 horas, mientras se realizan los trámites de filiación policial.

En la isla de Tenerife hay dos centros de recepción con capacidad para unas 1.200 personas, pero el viernes se colapsaron los servicios de primera atención, lo que dejó a los inmigrantes tirados en el muelle.

“Mientras el Estado espera en los despachos de Madrid a actuar en Canarias cuando se estime necesario, el archipiélago asiste impotente a situaciones indignantes que recuerdan al muelle de la vergüenza de Arguineguín”, expresó el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, quien se lamentó por la situación y acusó a la administración central, algo que repitió tras haber acusado al Gobierno de estar “ciego, sordo y mudo” ante el drama humanitario.

“Aunque se dedica una atención significativa a las muertes en el mar, las historias compartidas por los migrantes sugieren que varias tragedias pueden estar pasando desapercibidas, especialmente durante el cruce del de­sierto del Sahara”, apuntó el director de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Par Liljert.