Túnez llega a un punto de máxima tensión política
El Parlamento fue suspendido y se destituyó al primer ministro.
En un contexto de fuerte descontento popular por la crisis social generada a raíz del coronavirus, la democracia de Túnez ingresó en un estado de máxima tensión política. Tras una jornada de manifestaciones en numerosas ciudades, el presidente Kais Saied no solo anunció que “suspendía” la actividad del Parlamento por treinta días, sino que además dijo se haría cargo del poder Ejecutivo tras la destitución del primer ministro Hichem Mechichi. Con casi 18.000 muertos por Covid-19, el país presenta una de las peores tasas de mortalidad del mundo.
En horas del lunes, el mandatario del país árabe del norte de África hizo el anuncio, luego de una reunión de emergencia con responsables de las fuerzas de seguridad en el Palacio Presidencial de Cartago. De acuerdo a sus declaraciones, Saied tomó la decisión para “salvar a Túnez, al Estado y al pueblo tunecino”. Después del discurso, el pueblo tunecino, enojado por las luchas de poder y la cuestionada gestión de la crisis social y sanitaria por parte del gobierno, salió a la calle a pesar del toque de queda para lanzar fuegos artificiales y hacer sonar las bocinas de sus autos. Asimismo, el partido Ennahdha criticó duramente la medida de Saied, que denunció como “un golpe de Estado contra la revolución”.