Un acampe de refugiados en Londres generó malestar en el gobierno británico

Un acampe de refugiados en pleno centro de Londres provocó fuerte malestar en la política del Reino Unido y llevó a cruces entre funcionarios de los distintos estamentos del Estado por la situación que generó complicaciones en la zona.

Es que un numeroso grupo de personas pasó dos noches consecutivas en la calle debido a que no aceptaron ser alojados en condiciones de hacinamiento.

Esto derivó en cuestionamiento hacia la ministra del Interior británica, Suella Braverman, por parte de las autoridades del municipio londinense de Westminster. El líder de ese distrito, Adam Hug, envió una carta a la funcionaria en la que expresó su “profunda preocupación” por el hecho de que unos 40 refugiados fueron dejados a su suerte “sin alojamiento adecuado ni apoyo disponible”.

Si bien algunos se fueron, hasta este viernes había dos decenas de personas en las puertas del lujoso hotel Comfort Inn en Londres. El Ministerio del Interior les había asignado habitaciones en las que debían dormir “cuatro personas por habitación”.

Esto se comprobó con la difusión de fotos del lugar que mostraban valijas y mantas esparcidas por el pavimento, un claro indicio de su negativa a aceptar las condiciones propuestas.

En su carta, el dirigente destacó los “riesgos de salvaguarda y para la salud” que planteaban las condiciones brindadas por el Gobierno y añadió que “dejarlos en la calle durante varias noches no es una alternativa”.

“Se le pidió a un grupo de personas, que es probable que hayan pasado por eventos significativos y traumáticos, que compartan una habitación de tamaño inapropiado con múltiples extraños. Esta exigencia desafía el sentido común y la decencia básica”, afirmó el funcionario.

A eso, agregó que “no es correcto, ni es del interés de estas personas, o de nuestros residentes, que se les obligue a pasar la noche en la calle porque su transición a un nuevo alojamiento no se ha gestionado adecuadamente”.

En el marco de su descargo, el dirigente local le pidió a la ministra que aclare “urgentemente” cómo permitió que esto sucediera y por qué no se hizo ninguna comunicación con la autoridad local para alertar al municipio.

“A pesar de que la cantidad de personas que llegan al Reino Unido alcanza niveles récord, continuamos brindando alojamiento, a un costo de 6 millones de libras por día, para solicitantes de asilo, que de otro modo estarían en la indigencia, para cumplir con nuestra obligación legal”, respondieron desde el Interior.

Un portavoz del Ministerio del Interior, por su parte, salió en defensa de la titular de la cartera y afirmó que las condiciones que ofrecieron a los refugiados son decentes y cumplen con los requisitos legales.