Zelenski denunció que "casi no queda vida" en Bajmut
En la ciudad ucraniana se están llevando a cabo enfrentamientos "muy duros y sangrientos", informaron autoridades rusas.
La ciudad ucraniana de Bajmut, en el este del país, es el nuevo epicentro de enfrentamientos, afirmaron autoridades rusas, que calificaron los combates de "muy duros y sangrientos".
"Todo está completamente destruido, casi no queda vida", declaró anoche el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, sobre la escena alrededor de Bajmut y la cercana ciudad de Soledar, ambas ubicadas en la provincia oriental de Donetsk, una de las cuatro que Rusia se anexó en septiembre pasado.
Soledar, situada a una decena de kilómetros al noreste de Bajmut, es vecina de Bajmutske, una aldea que las tropas rusas afirmaron haber conquistado.
"Toda la tierra cerca de Soledar está cubierta con los cadáveres de los ocupantes y las cicatrices de los ataques", manifestó el mandatario ucraniano, que graficó que "así es como se ve la locura".
Más datos fueron agregados por la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar, que acusó a Rusia de golpear a "sus propias tropas".
"El enemigo avanza literalmente sobre los cuerpos de sus propios soldados y está utilizando masivamente la artillería, los lanzacohetes y los morteros, golpeando a sus propias tropas”, describió Malyar, según citó Télam.
En paralelo, en el plano diplomático, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Rusia consideraba como cínica e inexplicable la reacción de Kiev y muchos líderes occidentales a su tregua de 36 horas declarada la semana pasada en Ucrania por la Navidad ortodoxa.
"Recibimos una reacción totalmente incomprensible, inexplicable y bastante cínica sobre todo por parte de Kiev, así como por parte de muchos líderes occidentales", denunció Peskov, sobre la tregua que tuvo "objetivos exclusivamente humanitarios", informó la agencia de noticias Sputnik.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó a las tropas para cesar el fuego por 36 horas y llamó a Ucrania a unirse para que los creyentes puedan visitar iglesias en Nochebuena y la Navidad que los cristianos ortodoxos celebran el 6 y el 7 de enero, pero Zelenski rechazó sumarse con el argumento de que Rusia buscaba ganar tiempo.