Boleta Única en la Provincia: un proyecto sin chances de progreso

Luego de que en el Congreso nacional se allanara la mitad de su camino, en los pasillos de la Legislatura bonaerense ciertos sectores han intentado reflotar la opción de volver a tratar la Ley de Boleta Única, que históricamente ha tenido el destino sistemático de cajoneo.

En mayo de 2022, en la Legislatura bonaerense se intentó reflotar una vieja propuesta, comenzando a circular el tema de la Boleta Única en la Provincia. La idea se apoyaba en el tratamiento que se le estaba dando al proyecto en el Congreso de la Nación, donde hace apenas algunos días la Cámara Baja dio el visto bueno y giró al Senado la iniciativa, donde probablemente su paso no tenga el mismo destino.

El proyecto tratado y aprobado en el recinto de Diputados el miércoles pasado propone reemplazar el sistema actual de boleta partidaria modificando el Código Nacional Electoral para las elecciones de las categorías nacionales, es decir, en aquellas en las que se elige presidente y vicepresidente, senadores y diputados nacionales, y parlamentarios del Mercosur.

El sistema de boleta única es un instrumento de votación que muestra toda la oferta electoral de un distrito en un solo papel, a diferencia de lo que ocurre con el sistema de boleta partidaria, donde el votante puede elegir la opción completa de una agrupación para todos los cargos o cortar.

Con este sistema, los partidos políticos no deberán encargarse de la impresión de las mismas para todos sus distritos; será el Estado el que imprima una boleta única por cada elector. Quienes defienden su implementación argumentan que su puesta en funcionamiento sería más económica y sostenible que el mecanismo actual, ya que evita la multiplicación de impresión. Además indican que también evita el robo en los cuartos oscuros, porque será entregada en mano al elector. Finalmente, al asistir a un cuarto oscuro sin decenas de boletas partidarias, podría agilizarse el proceso electoral y se garantizaría la equidad en la competencia electoral, porque toda la oferta electoral estaría expresada en la boleta entregada por el presidente de mesa.

Con el visto bueno de Diputados, el camino en el Senado no será fácil y el destino de cajón es casi una garantía para un proyecto que hoy le interesa más a la oposición que al oficialismo.

Existiendo similitudes entre lo que sucede en el Congreso nacional y lo que ocurre en la Legislatura bonaerense, lo más probable es que en los recintos que están frente a Plaza San Martín el tema no prospere, debido a que no pasaría el tratamiento en comisiones.

Al día de hoy, el debate volvió a cobrar relevancia y por ello desde la oposición en la Legislatura bonaerense tratarán de conseguir que el proyecto llegue al recinto y se apruebe, para disponer de él en las elecciones de 2023.

Por este motivo, adelantaron que desde la Comisión de Reforma Política le darán prioridad a la iniciativa para avanzar hacia la implementación de la Boleta Única y que, para ello, realizarán varios encuentros con especialistas para abordar el tema.

Los senadores opositores sostienen que esta opción implica una mejora para la calidad institucional, igualdad para todas las fuerzas políticas y una reducción del gasto.

En ese sentido se reflotó un proyecto que propone dividir una boleta única para las categorías provinciales correspondientes a gobernador y vicegobernador, senadores provinciales y diputados provinciales según corresponda; y una para las categorías municipales correspondientes a intendente, concejales y consejeros escolares, con los nombres de los dos primeros candidatos titulares y sus respectivas fotos.

No obstante, este proyecto, que actualmente embandera la oposición, supo tener legisladores que lo impulsaban desde sectores que hoy simpatizan con el oficialismo. En 2018, la legisladora marplatense María Alejandra Martinez (del bloque Convicción Peronista) y el diputado massista Lisandro Emilio Bonelli hicieron la presentación conjunta de su propuesta, que no fue tratada en comisión y mucho menos llegó a su debate en el recinto, por lo que llama la atención que quienes en ese momento tenían control de las Cámaras y además gozaban del poder en el Ejecutivo hoy reclamen el tratamiento de un proyecto que podrían haber convertido en Ley antes de dejar sus cargos al frente de la Provincia. El proyecto de Martínez y Bonelli jamás llegó al recinto y el 6 de marzo de 2020 (dos semanas antes de que se declarara la cuarentena) pasó a Archivo y durmió el sueño de los justos.

Con este panorama, tanto en el Congreso como en la Legislatura bonaerense el proyecto de Ley de Boleta Única no tiene un futuro muy promisorio, pero habrá que ver qué es lo que deciden quienes ocupan las bancas.

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